domingo, 15 de agosto de 2010

Directed by 4: THE TIME WAS STOPPED JUST FOR US (Sean Bauer) - España

Nombre: The Time Was Stopped Just For Us

Director: Sean Bauer

Género: Drama/Romance/Fantástico

Reparto:
Emile Hirsch (Jake)
Imogen Poots (Nicole)
Emma Watson (Susan)
Nicholas Hoult (Luke)  
Ellen Page (Christine)
Paul Dano (Jorge)

Sinopsis: La vida de Jake (Emile Hirsch) cambia al conocer a Nicole (Imogen Poots), una preciosa chica de su edad con sus mismos gustos y deseos. Enamorado perdidamente de ella, Jake da un giro a su vida al mismo tiempo que se pregunta que ha salido mal.

Listado de Canciones:


Aclaraciones:
1-      Los hechos transcurren en el mismo orden en que están narrados.
2-      Las canciones no están escogidas al azar. Os recomiendo encarecidamente que las oigáis cuando se indiquen en el relato. En algunas he especificado el momento exacto.



PANTALLA EN NEGRO – TITULO EN BLANCO

“La liga de los cineastas extraordinarios presenta”

Suena de fondo el primer minuto de “Together We Will Live Forever, de Clint Mansell”, mezclado con la respiración de una persona. Aparece un nuevo subtítulo en letras en blanco,

“Basado en Hechos Reales“
“(En su mayoría)”

La pantalla en negro pasa a la siguiente, un vagón del metro llegando a una estación. La imagen se ve borrosa y a cámara lenta. Un chico al que no distinguimos baja del vagón y camina hacia la salida. Mira hacía todos lados, nervioso. Sube por una escalera mecánica. Mira hacia un lado, mira hacia otro. Sigue caminando, y entonces se detiene. Vemos al chico de espaldas mirando hacia la salida. Oímos como ríe dulcemente. Fundido en Negro

El fundido deja paso a la fachada de una taberna en una calle céntrica en mitad de la noche. Suena de fondo “Whatsername, de Green Day”. La música sale de la taberna. En el interior de esta vemos gente andando con bebidas en las manos, jugando a las cartas o a los dardos, hablando de pie o sentados, bailando en un rincón, besándose, etc…
Dentro está Jake (Emile  Hirsch), tomando unas cervezas con otros tres tipos en la barra. Los cuatro ríen y escuchan de fondo la música. Habla con uno de unos treinta años.
   -En serio, es un hecho –dice el de los 30 años- ¿tú tienes novia?
   -Em… -intenta responder Jake.
   -Hazme caso, pasa del tema… ¿cuántos tienes?, ¿20?, ¿21?, por Dios, Jake. Tienes toda la vida por delante… bueno, toda no. Pero mi consejo: no te eches novia hasta los… 30, ¿me has entendido? Que tener novia tiene muchas ventajas, pero muchos más inconvenientes, y si además eres estúpido hasta te auto-convencerás de que te has enamorado.
   -¿Pero y si sientes que lo has hecho? –pregunta Jake.
   -¿Lo has estado alguna vez…?
   -Bueno…
   -Algún día, mi querido nuevo amigo americano, sentirás algo parecido, pero no te engañes, será pura atracción… como un polo positivo y uno negativo, ¿me entiendes? Nada más…
   -Lo que tú digas, Frank…


Corte a la siguiente escena. Los cuatros están ya fuera de la taberna, la cual está cerrando. La música ha cesado. Frank sujeta por el brazo a uno de sus amigos que está semi-inconsciente, mientras que el otro le sujeta por el brazo opuesto. Jake está a su lado encendiéndose un  cigarro con su zippo. Debajo aparece durante unos breves segundos un subtítulo:
 “Berlin, Julio de 2009”

   -Oye, Jake. ¿Qué plan tienes para mañana? –pregunta Frank.
   -Mis amigos quieren ir a ver a uno que vive en Kreutzberg, ¿eso está al sur de la ciudad, no?
   -Sí, claro. Déjame el mapa –suelta al amigo bruscamente y ayuda a Jake con el plano. -Oye, ¿y por qué no pasas de eso y te viene mañana con nosotros?
   -¿A dónde?
   -Tenemos una excursión con la academia de alemán a Sachsenhausen, un campo de concentración, y luego iremos a la casa okupa de Oranienburger, ¿qué dices?
   -¿Una excursión con el cole? Je… Si, ¿por qué no? ¿Cómo quedo con vosotros mañana?
   -Saldremos de aquí a la una de la tarde, vente sobre las doce y media.
   -Ningún problema, pero… ¿dónde estoy ahora mismo?
   -En PrenzlauerBerg. Estate mañana aquí sobre esa hora.
   -Hecho –dice Jake mientras se aleja tambaleándose ligeramente.
   -Nos vemos mañana, te traeré un par de pastillas.
   -¿Pastillas para qué?

Corte de escena. Jake está en el interior de un vagón de cercanías de pie junto a Frank. Jake lleva un jersey fino morado, vaqueros y unas ray-ban. El vagón va repleto de gente entre 18 y 30 años con la misma mochila de la escuela de alemán, excepto él que lleva una vieja mochila Nike negra.
   -… para la jaqueca –contesta Frank dándole una pastilla.
   -Gracias – dice este metiéndosela en la boca y tragándosela con un trago de la botella de cerveza que lleva en la mano.
   -Ey, me dejas tus Ray-Ban, para que me haga una foto –le pregunta uno de los que también va con la excursión.
   -Las quiero de vuelta. -Jake se las deja y cierra los ojos al mirar por la puerta del vagón por la que entra toda la luz que le da en los ojos. Al abrir poco a poco los ojos ve primero una sombra que va adquiriendo forma hasta que se convierte en una chica… una chica rubia… una preciosa chica rubia… una preciosa chica rubia pegada a la puerta mirando el paisaje mientras escucha música con unos auriculares blancos (Imogen Poots). Jake no puede dejar de mirar a la chica. Entonces esta mueve ligeramente los ojos y entrecruza la mirada con Jake. Este no se percata de que tiene la boca semi-abierta y no puede dejar de mirarla. La chica vuelve a mirar por la ventana sin cambiar el gesto de su cara.
   -Jake – Este recibe un ligero empujón en el hombro.
   -¿Qué? –contesta a Frank.
   -Llevo media hora llamándote, aquí tienes las gafas, ¿qué o a quién mirabas? –Jake se vuelve dando la espalda por completo a la chica mientras se pone las gafas que su amigo le ha acercado.
   -¿Quién es la chica rubia?
   -¿La de la puerta?
   -Sí, ¿la conoces?
   -Sí, me parece que se llama Nicole. Está en una clase superior a la mía, espera… Tony, la de la puerta se llama Nicole, ¿no? –El chico al que Jake había prestado las gafas responde.
   -Claro, menuda preciosidad. Intente tirarle los tejos el otro día, y no hubo forma. No es de las fáciles…
   -¿Tiene novio? –pregunta Jake
   -Ni idea, me da que no. Sale más con otra gente que no ha venido a la excursión, ¿te mola la chica? –Jake ni se molesta en responder y se vuelve a girar para mirar a “Nicole”.

El grupo camina por las instalaciones del campo de concentración. Nicole va con el grupo pero no va en un grupo concreto. Jake la observa constantemente, acompañado de Frank, Tony y otros tres más. En unas cuantas ocasiones, Jake se detiene adrede en el interior de algún barracón por algún lugar por el que va a pasar la chica. Esta lo hace sin detenerse y al pasar, Jake la sigue con la mirada.
Una vez fuera del campo, el grupo camina por las calles del pueblo en dirección a la estación de tren. Al llegar a un semáforo parte del grupo cruza dejando a la otra mitad detrás. Jake y Nicole son de los que se han quedado rezagados. Este enciende un cigarro y se acerca un poco más a ella.
   -¿Fumas? –pregunta Jake acercando el paquete a Nicole.
   -No, lo siento. –responde ella sonriente. Tiene una voz muy dulce.
   -¿Qué te ha parecido? –pregunta Jake a Nicole
   -¿Imagino que preguntas por el campo?
   -Sí, creo que sí. –Nicole sonríe
   -No, gracias. Pues sí, me ha gustado. Quiero decir, es un sitio trágico en el que ocurrieron cosas horribles pero… esa misma melancolía llega a parecer hermosa, es historia, es… -dice Nicole apresuradamente.
   -Comprendo perfectamente lo que quieres decir, tranquila. –dice Jake mientras sonríe. El semáforo se pone en verde y ambos cruzan.
   - Es como me lo habían descrito, pero normalmente te lo imaginas como en las películas, ¿sabes?, como Austwitch o Dachau. –comenta Nicole.
   -Ya, pero este sale en una película, ¿lo sabías?
   -Claro, en Die Fälscher, Los Falsificadores, me encanta esa película.
   -Vaya, una friki del cine. –Nicole se ríe y le señala con el dedo.
   -Oye, no te conozco, así que no te metas conmigo porque adore el cine. –Jake se detiene,  saca el cigarrillo de su boca y extiende su mano derecha.
   -Hola, me llamo Jake, soy tu nuevo mejor amigo, y  también adoro el cine. Es más, es el gran amor de mi vida. –Nicole vuelve a reír mientras estrecha animadamente su mano.
   -Vaya, encantado Jake, yo soy Nicole, y me place ser tu nueva mejor amiga pero…
   -¿Pero qué…? –pregunta Jake. Nicole sigue caminando con una sonrisa mientras deja atrás a Jake.
   -… a mí me gusta más que a ti seguro.
   -Los cojones –responde Jake a los pocos segundos, volviendo a ponerse en marcha.

Suena de fondo el segundo minuto de “Together We Will Live Forever, de Clint Mansell”, mientras Jake y Nicole hablan gesticulando animadamente en el interior del vagón de vuelta a Berlín. El hace muchos gestos histriónicos mientras ella no deja de reír. Incluso se toman la dulce e inocente confianza de darse algún empujón cariñoso en el brazo.

Jake sale del vagón junto a Frank y los demás. Se despide del primero con un abrazo y de los otros con la mano. Se vuelve a Nicole que espera disimuladamente a un lado mirando un mapa del metro. Jake se acerca a ella y observa también el plano.
   -¿Me podrías decir cómo llegar a Kreutzberg? –pregunta Jake
   -¿Vas en esa dirección?
   -Me temo que sí.
   -¿Temes? –pregunta Nicole sonriendo. Jake se vuelve a ella.
   -Sí, bueno. –Contesta Jake muy deprisa. –Es una expresión, me temo que está a tomar por culo de aquí, y la idea de quedarme me resulta más atractiva. Ya sabes, invitarte a algo, seguir hablando…
   -Claro, pero tienes que ir Kreutzberg, ¿no?
   -Me temo… que sí. Tengo que preparar mis cosas y no me importaría darme una ducha.
   -Um… igual que yo.
   -¿Te vas también mañana o es que necesitas una ducha, asquerosa? –pregunta Jake
   -Ja,  ja, ja…  me temo que tengo que hacer mi enorme maleta. Además de que la idea de la ducha no es mala del todo.
   -Claro. Pues…
   -Em…
   -¿Te gustaría salir esta noche? –Antes de que ella conteste Jake continua- podemos salir en plan tranquilo, a un Café o una de estas tabernas que abre hasta las cuatro de la mañana, ¿qué me dices?, ¿te animas a malgastar tu última noche en Berlín con tu nuevo mejor amigo? –Nicole levanta la mirada y contesta con una amplia y bonita sonrisa.

Es de noche. Jake está sentado en un banco de piedra esperando a Nicole. Mira un par de veces la hora en su reloj. A los pocos segundos aparece saludándole. Jake se pone en pie pero no se mueve de su sitio. La saluda con la mano y una sonrisa.
   -Hola –saluda apresuradamente Nicole.
   -¿Qué tal?
   -Perdóname, ¿llevas mucho esperando? –pregunta la chica.
   -No, tranquila. He llegado antes de tiempo y bueno… culpa mía.
   -Perfecto… ¿has hecho ya la maleta? –comienzan a caminar
   -Yo no lo llamaría maleta. En realidad es una mochila enorme que llevo en la parte de atrás de la moto. Luego aparte tengo tres compartimentos en los que guardo más ropa, y cosas.
   -¿Moto?, ¿viajas en moto? –pregunta curiosamente Nicole
   -Sí… ¿no te lo había dicho?
   -En realidad no sé ni que haces aquí, ni que hacías con nosotros en la excursión, ni que planes tienes ni nada… Sé que te gusta el cine.
   -Entonces ya sabes lo importante. Pero mejor te lo cuento si me llevas a algún sitio donde te pueda invitar a una cerveza.
   -Trato hecho. En esta misma calle tienes donde elegir. –responde Nicole.
   -¿Y tú qué haces?, ¿o qué estudias?
   -Acabo de terminar la carrera de traducción, me he especializado en alemán y español. A final de curso me concedieron una beca para venir a Berlín en verano, y aquí estoy.  ¿Y tú?

Interior de una taberna. Jake coge dos cervezas y sale fuera acompañado de Nicole que va a su lado. Se sientan en un viejo sofá situado en la terraza de la taberna que da a la calle.
   -Nací y me crié en Los Ángeles. Cuando terminé el instituto quise cortar con la mayor parte de mi vida, así que ahora estudio Literatura Inglesa en Londres. Tengo familia allí aunque vivo por mi cuenta con varios compañeros. De eso hace ya tres años.
   - ¿En serio? yo nací en Londres...-dice Nicole.
   -Ya lo había notado, querida –dice Jake imitando el acento británico (esto solo tiene gracia en la versión original)
   -Pero a decir verdad apenas la conozco. He vivido los últimos quince años en España con mi familia.
   -Vaya, ¿en serio? Me encantaría visitar España algún día, ¿me cobrarás la visita?
   -Obviamente ¿Y cómo, si puedo preguntar, sobrevive un californiano en mi querida, aunque desconocida Londres?
   -Quizás teniendo beca, y dando clases particulares. Me da para el piso y la comida. Para nada más. Me resigno a ir desnudo.
   -Apuesto que ha de ser fascinante encontrarse contigo en la calle por sorpresa en esa situación, pero dime, ¿qué te ha traído a Berlín?
   -Tomar una cerveza con otra cinéfila, eso lo primero. ¿No te habías percatado? –contesta animadamente Jake haciendo que Nicole se ría.
   -¿Y lo de las motos?
   -A principio de curso conocí a un par de mi clase que les gusta las motos tanto como a mí…
   -¿Más que el cine? –interrumpe Nicole.
   -Jamás –responde Jake sonriente. –Hablamos durante todo el año de hacernos un viaje por Europa en moto como Ewan McGregor. A mi padre le gustó la idea, y viendo que no le costaba nada tenerme en Londres pues me dio lo necesario para alquilar la moto unas semanas y pagarme la gasolina.
   -¡Qué pasada!, ¿y qué ruta habéis seguido?
   -Salimos de Londres y hemos pasado por Calais, Amsterdam, Hannover, ahora Berlín y mañana vamos hasta Praga.
   -¿Y vuestro destino final?
   -Les convencí para ir a Florencia. Desde que era pequeño he soñado con esa ciudad. El Palazzo Vecchio, el Duomo de  Santa María del Fiore, el Ponte Vecchio, el David…
   -Yo he estado. Estuve hace dos años con mis compañeros de universidad y bueno… has de estar allí, tienes que sentirlo, respirarlo, vivirlo. Es la magia de viajar a los lugares que deseas. Tu corazón se encoge, notas unas lágrimas que intenta salir pero tú no las dejas, o te impiden disfrutar durante unos segundos más eso que tanto has soñado contemplar en persona. Es una experiencia única. No hay nada igual.  –Nicole deja de hablar y ve como Jake la observa con la mirada perdida entre sus ojos y sus labios.
   -Y pensar… –reacciona Jake que hay gente que viaja porque si, sin ninguna motivación. Simplemente para decir que han estado ahí…
   -Imbéciles –Nicole levanta su botella de cerveza. –Por nosotros.
   -Por nosotros. –dice Jake y brinda con la chica.

Jake y Nicole siguen hablando animadamente. Se ve como la escena pasa a cámara rápida a su alrededor. Todo se mueve a esa velocidad menos ellos. Suenan los primeros 30 segundos de “Hoppipolla de Sigur Ros”. Al cabo de un rato la cámara vuelve a su velocidad normal, terminando así con la canción. La puerta de la taberna se cierra y ellos, poniéndose en pie, se marchan. Vuelven al banco donde Jake esperaba unas horas antes a Nicole.
   -¿Así que guionista o director de cine? –pregunta sonrientemente Nicole.
   -Sería estupendo. Aunque también me encanta tu idea de instalarte aquí en Berlín a finales del verano. Esta ciudad es mágica.
   -Ya veremos. De todos modos, eres consciente de lo complicado que puede llegar a ser lo tuyo, ¿verdad?
   -Je, sé que como sueño está bien, de ahí a que se haga realidad ya es otra cosa. Hay personas como yo, que creen tener la mejor idea de todas y creen haber nacido con un don especial para esto. Desde los payasos amargados de la universidad que piensan que pueden firmar un guión, hasta las pánfilas rubias, sin ofender, que una vez han dejado el equipo de animadoras creen que el cine es el mejor lugar para menear las tetas.
   -Oyéndote hablar, por cómo te expresas y como lo vives… casi convences de que tú podrías estar por encima de esa media.
   -Me gusta pensar que si, pero hasta que no me pruebe a mí mismo y vea si soy capaz o no, no lo dejaré. Entiendo que si el resto de la gente tiene un sueño, ¿por qué no van a intentarlo?, pero a veces, es muy distinto el tenerlo y el tener una mínima posibilidad de conseguirlo.
   -Claro, pero entiende la situación de algunas personas. No todos tienen esa libertad que tienes tú para soñar o intentar cumplir esos sueños. Hay gente que se deja llevar por el resto. En mayor o menor medida, pero siempre les afecta lo que digan o piensen.
   -El pensar y actuar por tu cuenta está mal visto hoy en día. Quizás por eso yo sea así. Mis padres no querían que me fuera a Londres, y me busqué la vida como pude. No tienes ni idea de lo que dejé atrás, ni lo que he tenido que ir arrastrando durante estos 3 años. El primer mes fue seguramente el peor de toda mi vida, pero acabé consiguiéndolo. Acabé adaptándome. Ante todo tienes que desearlo. Es como viajar.
   -Ojale yo fuera así, te lo digo en serio. –contesta Nicole.
   -¿Pero qué dices?, ya eres así. Lo noto en ti. No te conozco perfectamente, pero siento que eres como yo. No eres como ninguna de las chicas que he conocido en mi vida. Nunca había hablado con una de cine, de historia, de viajar, de la realidad. Todo eso va acorde a una personalidad, y esa personalidad es la que veo en ti. No creo que seas como crees ser.
   -Soy como soy, Jake. Pienso por mí misma, pero a mi si me da pánico lo que piensen los demás de mí. Soy fuerte, te lo digo en serio, muy fuerte; pero doy una impresión totalmente distinta al resto de la gente. Soy de las que no se quejan o pierden los nervios. En ese aspecto soy muy fría. Puede llegar a transmitir mucho odio sin mover una ceja. Soy de las que se guardan las cosas. Eso hace que la gente sienta que puede aprovecharse de mí, y lo detesto. Eso y que siempre piense antes en los demás que en mi misma –Jake pone una mano en el hombro de la chica.
   -A mi me has dado una muy buena impresión. –Nicole mira con los ojos completamente abiertos a Jake. -Desprendes una confianza y entereza que ya me gustaría ver en el campo de vuestro puto Rugby europeo. Creo que eres la mujer que todos querrían como hija, como amiga, novia, esposa o madre. –Nicole no responde. Jake aparta su mano del hombro de ella.  Un individuo pasa en ese momento por delante de ellos fuera de la pequeña plaza en la que se encuentran. Este comienza a hablarles en un alemán muy rápido y gutural. Los dos jóvenes no reaccionan, así que el tipo, notablemente ebrio les grita algo que no comprenden. Jake se levanta del respaldo del banco mirando fijamente al tipo, vuelve el cuello hacia Nicole.
   -No te muevas, ahora vuelvo.
   -Jake… –dice ella, pero este avanza unos pasos en dirección al borracho pero este sale corriendo como alma que lleva el diablo. Jake se queda perplejo y se da la vuelta. Nicole también tiene la misma expresión.
   -Un problema menos.
   -¿Pero y si no se hubiese movido?, ¿y si hubiese querido pelea?
   -No te quiero decir que seas una inconsciente el resto de tu vida, pero él hubiera o hubiese no hacen más que plantear algo que no ha sucedido aún. Ese tipo me estaba, nos estaba molestando, no he tenido ni que pensarlo. –Jake aguarda unos segundos antes de continuar. –Está a punto de amanecer.
   -¿Quieres irte ya? –pregunta Nicole.
   -No. –responde rápidamente Jake.
   -Sé que puede parecer una tontería…
   -Razón de más para decirlo.
   -… pero me encantaría ver el amanecer contigo. Solo he visto dos amaneceres en mi vida, increíble, ¿verdad?
   -En realidad no. Yo he visto muchos, tengo insomnio la mayor parte del año, pero nunca he visto el amanecer contigo, increíble, ¿verdad?
   -En realidad no.
   -En serio, la tengo en mi lista de cosas que tengo que hacer antes de que amanezca por completo. –Nicole se ríe y señala en una dirección.
   -Podríamos verlo desde el parque que está cerca de la academia… aunque hay demasiados árboles, y la hierba estará mojada.
   -Aquí es costumbre verlo desde una azotea. –Nicole baja el brazo y se ríe de nuevo.
   -¿Y cómo subimos a una azotea?
   -Escalando… no, era broma. ¿En tu edificio no hay azotea?
   -Claro, pero no tengo llave. Además tardaríamos en llegar.
   -¿Y aquel edificio? –Jake señala la puerta de un edificio de bloques en la acera de enfrente.
   -¿Y cómo entramos? –pregunta Nicole.
   -Yo me encargo.

Nicole mira a ambos lados de la calle mientras que Jake intenta abrir la vieja puerta del edificio forzándola.
   -En serio, Jake. Podemos verlo en el parque. No tenemos porque colarnos aquí.
   -Si fueras otra persona, en otro lugar y en otra situación te diría que vale, pero es hoy y ahora. –Jake se vuelve sin dejar de forzar la cerradura –Créeme, quiero que merezca la pena, y así será. –La puerta finalmente cede, pero Nicole permanece en la puerta. –Pero depende de ti. Podemos intentar colarnos en la azotea de este edificio y ver el amanecer, juntos, antes de separarnos, o intentarlo también en el parque. Podríamos no volver a vernos nunca más y que ello no suponga ningún problema. Que con el paso de los años inventemos lo que hicimos o no hicimos. Pero toca decidir ahora, y nadie depende de ti más que tú misma. Tienes el poder y la libertad de decidir. No lo hagas por mí, ni por nadie más. Hazlo por ti, se egoísta por una vez. ¿Qué deseas hacer realmente? –Nicole se acerca a su nuevo amigo.
   -Nunca nadie me había hablado tú. Nadie me había dicho que fuera egoísta, y te juro que llevo toda la vida esperando oírlo. Cuando nadie lo hace te sientes mal, y eres incapaz de… -Nicole deja de hablar durante unos segundos. Levanta la mirada sonriente hacia Jake y le da un pequeño beso en la mejilla.

Corte a la terraza de una cafetería. Es de día. Luke (Nicholas Hoult) y Susan (Emma Watson) están sentados juntos mirando de frente con gesto de atender a un relato.
   -¿Y qué hizo? –pregunta Luke

Nuevo corte. Jake está sentado en la silla de una habitación a oscuras. La única luz de la sala lo ilumina a él. Está muy pálido, y su rostro muestra cansancio, dolor y tristeza. En frente de él, algo alejado, hay otras tres sillas en las que se descubren tres siluetas sentadas, nada más. Se distinguen principalmente las piernas cruzadas  y parte de una cintura que prosigue hasta llegar a una completa oscuridad. Las sombras permanecen inamovibles.
   -Yo no podía dejar de temblar en mi interior. –dice Jake rápida y nerviosamente mirando en todas direcciones, incluidas en la nuestra. –Estaba más nervioso que en toda mi vida. El corazón me iba a mil por hora. No comprendía como tenía ese efecto en mí, pero lo tenía. Me estaba dando vida  a la vez que sentía como me la arrebatada.

Corte a la escena anterior en Berlín. Nicole da un pequeño beso en la mejilla a Jake y entra por la puerta. Jake respira profundamente y la sigue al interior.
Vemos el interior de un desván. La puerta se abre de un fuerte golpe, aunque Jake consigue cogerla por el pomo antes de que se estrelle contra la pared. Nicole y él entran y van hasta una trampilla que hay en el techo. Vemos desde el tejado como se abre la trampilla y por ella suben los dos. La cámara gira alrededor de la boca de la trampilla. Jake ayuda a Nicole con el último escalón. Caminan por el tejado hasta que ven un contramuro desde el que se ve perfectamente el horizonte. Aún está oscuro, pero los primeros tenues rayos de luz comienzan a emerger. Se sientan juntos. Nicole siente un poco de frio y Jake se quita la chaqueta para que se la ponga. Ella la rechaza amablemente al principio, pero él insiste y acaba por cubrir a ambos con ella, lo que hace que se peguen aún más. Ninguno dice nada, sólo oímos los latidos de Jake cada vez más fuertes. Nicole lo mira unos segundos y se vuelve, Jake hace lo mismo cuando ella no mira. A la tercera vez los dos se miran sonriendo sin decir nada. Poco a poco se acercan hasta que finalmente llega el beso. Primero es suave y corto, pero nada más separarse vuelve a besarse con más fuerza e insistencia. Al minuto se separan y Jake ve como por la mejilla de Nicole corre una lágrima.
   -Ey, ¿estás bien?
   -Mejor que en toda mi vida, gracias.
   -¿Qué te pasa, entonces?
   -Jake, soy estúpida. Muy estúpida. –la expresión de Jake cambia.
   -Tienes novio… -dice. Ella levanta la cabeza y afirma con sorpresa. –No pasa nada, Nicole, no pasa nada.
   -Dios, tienes que estar pensando que soy una zorra… -comienza a decir Nicole triste.
   -No.
   -Lo dices por decir, pero lo estás pen…
   -Yo tengo novia –interrumpe Jake. Nicole se lo queda sorprendida. –Desde hace tres años estoy con la misma chica, y en esos tres años jamás, jamás la he engañado. No porque la quiera, sino porque el engañar a alguien es algo que no va conmigo.
   -¿Y qué diferencia hay ahora?
   -La diferencia es que lo que siento por ti, no lo siento por ella. De verdad. Ella nunca me ha hecho temblar de miedo como tú. –Jake coge la mano de Nicole y se la lleva al pecho. –Ella nunca me ha hecho latir el corazón así. –Nicole se suelta poco a poco sin dejar de mirar a Jake.
   -Desde que te vi está tarde en el tren… -comienza a decir Nicole. -…me llamaste la atención, mucho. No dejaba de cruzarme contigo en el campo. Luego empezaste a hablar conmigo y no vi problema alguno, pero está noche me has hablado como nadie había hecho antes, y he empecé a sentir algo por ti muy… muy fuerte. Debería haberlo parado mucho antes, pero no podía, no me atrevía. No quería que acabase.
   -¿Y quieres a tu novio? –pregunta Jake. Nicole cierra los ojos, dolida, y mira hacia el frente.
   -No lo sé. De verdad que no lo sé. Llevo con Jorge siete años. Siete. Desde el colegio. Ha sido el único novio que he tenido en mi vida. Somos la típica pareja que sigue porque sí. Da igual que haya o no chispa. Durante estos años hemos cortado y vuelto varias veces. Pero el acaba pidiéndome que volvamos o pidiéndome perdón… y yo soy estúpida y le digo que sí. Ni mi familia, ni mis amigos lo soportan.
   -Igual que yo con Cristine, mi novia. Empecé a salir con ella porque me gustaba, pero nunca ha sido amor de verdad. Nos llevamos bien y todo eso… pero lo que siento por ti es completamente distinto. Estoy hecho un lio.
   -Yo ahora mismo no sé que tengo con él. Qué relación. Cortamos en mayo, pero me pidió que volviésemos, que había cambiado, y realmente parecía que había cambiado… le dije que sí, y que cuando volviese de Berlín lo intentaríamos. Pero esto lo cambia todo… –Nicole no termina la frase. Los dos se quedan en silencio durante unos segundos. Ya está amaneciendo. El horizonte muestra los primeros rayos de luz dorados tras un fondo aún azul.  Junto a unas cuantas nubes violetas vemos escondida, y apenas iluminada, la luna, que se prepara para ocultarse. Jake ve lo mismo que nosotros. Se vuelve hacia Nicole y suavemente le da un suave beso en la frente.
   -¿Te gustaría ver el amanecer conmigo? –en el rostro de Nicole se dibuja una gran sonrisa mientras una nueva lágrima resbala por su rostro. Se ponen en pie, y miran de frente el horizonte. Los vemos de espaldas. Están uno junto al otro.

Comienza Glosoli de Sigur Ros”. Jake y Nicole están sentando en los asientos de un vagón de metro semi-vacio. Los dos miran al frente callados. Van cogidos de la mano. Jake saca su móvil para hacer una foto a ambos. Nicole apoya su cabeza en el hombro de Jake. Este gira el cuello y le besa la cabeza. Después pulsa el botón.

Corte a la cafetería donde Jake sigue contándoles la historia a Luke y a Susan.
   -Notaba que ella sentía lo mismo que yo. –dice Jake.

Corte a la habitación a oscuras donde Jake sigue sentado  a oscuras hablando a las tres sombras que hay sentadas en frente de él.
   - No quería  separarme de ella, pero cuanto más durase aquello, más dolería después…

Corte. Jake y Nicole salen directos a Alexanderplatz, Berlín, por una de las bocas de salida del metro. Aunque es sábado y es temprano, hay mucha gente en la plaza. Jake carga con la enorme maleta de Nicole. Esta la coge por la asa dejando que el muchacho la suelte.
   -Momento de la despedida. –dice ella sonriendo tristemente.
   -Ahora es cuando uno de los dice algo muy bonito, inteligente y por supuesto improvisado.
   -Creo que eso es más propio de ti. –responde sonriendo.
   -No, yo soy ocurrente, la inteligente eres tú. –bromea Jake.
   -Tú eres el escritor, así que…
   -No quiero dejarte ir. –Responde de golpe Jake. Nicole enmudece aunque en su rostro no hay sorpresa, sino más bien dolor –Me niego a creer que esto es el adiós. Porque las cosas no ocurren así como así. No soy quién para decirte esto, pero sí soy alguien como para no callármelo.
   -Si te digo que quiero volver a verte es que quiero, te lo aseguro. Es más, siempre que dos personas se separan así,  juran que volverán a verse, pero rara vez ocurre. Quiero formar parte de la excepción.
   -¿Por qué nos pasa esto? –pregunta Jake.
   -No lo sé. –los dos permanecen callados unos segundos cogidos de las manos y con sus cabezas apoyadas entre sí.
   -Me da igual el tiempo que pase, pero te prometo que volveré a verte. En Madrid, en Londres, en Sidney, pero lo haré… –Nicole no puede evitar escapar una lágrima por su rostro.
   -¿Y si no volvemos a vernos? –pregunta Nicole.
   -Lo haremos… -Nicole se aparta un poco y le da un beso en la mejilla. Se miran unos segundos y se funden en un largo abrazo en el que el cierra los ojos y ella mira en otra dirección con los ojos llorosos. Dejan de abrazarse lentamente y ella coge su maleta.
   -Te quedas una parte muy grande de mí. Siento que soy distinta y es gracias a ti. Nadie me ha hecho sentir lo que tú, y eso  lo cambia todo. Mi vida acaba de girar 180 grados. –Nicole coge la mano de Jake y la besa. Este no articula palabra alguna, con los ojos tristes y muy abiertos. –Adiós.
   -A… dios –responde Jake. La chica se vuelve rápidamente y se pone en camino hasta la estación.

La canción de Glosoli, que sigue sonando a un nivel muy bajo, llega al minuto 3:49 y comienza a aumentar de volumen progresivamente. Las imágenes van a cámara lenta. Nicole cruza la plaza;  Jake se vuelve y baja nuevamente por las escaleras; Nicole pasa junto a una vía en mitad de la plaza por la que está a punto de parar un tren; Jake llega al andén del metro y espera a que llegue este; Nicole entra en la enorme estación por el centro comercial que conecta con la plaza y  sube por las escaleras que comunican con la estación. El metro de Jake llega, pero este no sube. Lo mira fijamente y se vuelve hasta las escaleras. Nicole se sienta en un banco vacio y espera a que llegue su tren. Minuto 4:28, Jake pasa su mirada de las escaleras hasta el vagón mientras respira forzadamente. Minuto 4:34, estamos en el exterior donde Jake y Nicole se habían despedido. Todo sigue moviéndose a cámara lenta.
Minuto 4:41, en ese exacto segundo, Jake sale corriendo por la salida del metro en la misma dirección que ha tomado Nicole. Esta espera sentada en la estación con la mirada triste y perdida. Vemos la escena grabada con una cámara en mano que se mueve rápida y frenéticamente, en contraposición con la estación en la que está Nicole que seguimos viendo a cámara lenta. Jake corre todo lo rápido que puede por Alexanderplatz esquivando como puede a todos los que se cruzan en su camino. El vagón de un tranvía está detenido en mitad de la plaza con las puertas abiertas. En vez de rodearlo, Jake salta dentro y vuelve a saltar fuera. Entra en un centro comercial que conecta con la estación. Llega a unas escaleras mecánicas y salta los escalones de tres en tres sin aminorar su frenética marcha. Llega a la parte superior donde está la propia estación. Sigue corriendo hasta que ve a Nicole al fondo dirigiéndose al vagón. La música cesa y se hace el silencio. Las personas que hay a su alrededor comienza a evaporarse, literalmente, poco a poco sin hacer ruido alguno. Jake se acerca lentamente a Nicole. Esta, sin verlo, siente algo y se gira, encontrándose a Jake en mitad del andén. Los pasajeros a su alrededor siguen evaporándose, y al lado de ella también. El chico llega hasta la posición de Nicole y la mira fijamente mientras intenta recobrar el aliento.
   -Esto no se acaba aquí. Antes de un mes volveremos a estar juntos… -dice Jake. Nicole no responde. –… si es lo que quieres. –Nicole se acerca muy lentamente hasta la oreja de Jake y le susurra al oído.
   -Te esperaré. –Dicho esto Nicole besa muy suavemente los labios y se separa casi al instante. Ambos sonríen mientras ella entra en el vagón del tren. La puerta se cierra y Jake no deja de mirarla sonriente. El tren se pone en marcha. Ella se besa la palma de la mano y le lanza el beso a Jake que no se mueve de su sitio. Cuando finalmente sale el tren, el ruido de la estación vuelve a sonar. De un primer plano del rostro de Jake la cámara se va alejando de este dejándonos ver como la estación vuelve a estar concurrida.
 
Corte a la cafetería. Luke mira sonriente con la boca semi-abierta y una ridícula sonrisa, Susan en cambio tiene dibujada en su rostro una sonrisa forzada.
   -Es la cosa más bonita que he oído en mi vida, Jake. –Dice irónico, Luke. –Creo que voy a llorar, ¿me la cuentas otra vez?
   -Y, ¿qué pasó después? –pregunta Susan tras reír por el comentario de Jake.

Corte a la habitación a oscuras. Jake mira hacia el suelo, con una sonrisa que contrasta con el terrible aspecto que tiene. Comienza a sonar “When It´s All Over We Still Have To Clear Up, de Snow Patrol”. Finalmente levanta la mirada y continúa hablando.
   -Continué mi viaje con los chicos…

Las imágenes que vemos a continuación coinciden con la descripción que la voz en off de Jake va dando.
   -… salimos de Berlín y nos pusimos en camino hasta Praga. Las carreteras estaban en un estado bastante decente, por lo que no tuvimos ningún problema en ese aspecto. El único problema era yo. No dejaba de pensar en ella. Mientras los chicos se iban de juerga cada noche, yo me quedaba sólo. En el hostal o dando un paseo. Miraba constantemente la foto que hice en el metro. A veces abría la foto y daba al zoom acercando su rostro. Podía estar así durante minutos.

Corte a la cafetería. Jake está junto a Luke y Susan mientras sigue contando la historia.
   -Tres días después de lo de Berlín me llegó un mensaje suyo.

Corte. Volvemos a ver lo que Jake describe con voz en off:
   -Decía que me echaba mucho de menos y que quería saber de mí. Quería saber qué tal me iba todo, y que cuando pudiera que la llamase. Al instante estaba marcando su número. Los segundos que pasaron hasta que descolgó se me hicieron eternos, pero cuando lo hizo empecé a sentir un sudor frio por todo el cuerpo a la vez que un fuerte dolor en el estómago. De todos modos, oír de nuevo su voz era como un soplo de aire. Me estuvo hablando de su regreso a España, y todo eso. Esquivó el tema de su novio. Luego le conté como seguía mi viaje. Bromeó que como pasase otra noche sin salir con los chicos de juerga se enfadaría seriamente. Me pidió que disfrutase del viaje y que la llamase cuando quisiera. Cuando estábamos a punto de colgar le pregunté finalmente que había pasado con Jorge. Me dijo que nada más llegar lo había dejado. Ella estaba en proceso de aceptarlo, de creérselo de verdad. La única persona con la que se sentía a gusto en ese momento era conmigo. A mí me pasaba exactamente lo mismo. Después de eso colgamos. Hablábamos todas las noches un rato, nos poníamos al corriente y seguíamos conociéndonos más y más. Al pasar por Verona recordé que en el tren me había comentado que adoraba Shakespeare, en especial Hamlet. Como mi ruta no pasaba por Dinamarca, pensé que al menos le alegraría recibir una postal de la ciudad de Romeo y Julieta. Junto a su dirección anoté la única cita que recordaba de la obra: “Si con mi mano, por demás indigna, profano este santo relicario, he aquí la gentil expiación: Mis labios, como dos ruborosos peregrinos, están prontos, están prontos a suavizar con un tierno beso tan rudo contacto”, y la envié.

Corte a cafetería:
   -Os puedo asegurar que el viaje ha sido alucinante. Pero el poder hacerlo teniéndola a ella entre mis pensamientos ha sido lo mejor. –termina Jake. Luke y Susan guardan silencio durante unos segundos, hasta que finalmente el primero habla.
   -Maravilloso, deberías escribir una novela de amor con lo que te ha pasado. Creo que funcionaría si siguieses un mejor orden. ¿Qué mierdas ha pasado con Cristine? –pregunta Luke.

Corte a habitación a oscuras. Jake mira fijamente a las tres sombras.

Jake camina por una calle residencial de Londres. Es media-tarde, y la calle está prácticamente desierta. Aparece un subtítulo:
“Londres,  Agosto de 2009”
Llega a una casa y llama al timbre. Cristine (Ellen Page), abre la puerta y lo recibe con un gran abrazo. Mira a Jake unos segundos, muy sonriente y lo besa. El chico, notablemente incómodo acaba el beso y sonríe forzadamente.  La chica lo mira intrigada.
   -Mi amor, ¿qué tal el puto viaje? –pregunta Cristine.
   -¿Puedo pasar? –pregunta, a su vez, Jake.
   -Claro. –Ambos pasan dentro. –Mis padres volverán en una hora, hora y media. Tenemos tiempo para… –Cristine no termina la frase pero si sonríe y le da un manotazo a Jake en el trasero. Este se da la vuelta y vuelve a sonreír forzadamente. Evita mirarla a los ojos.
   -¿Qué tal tu familia?
   -Muy bien, ¿q qué viene eso ahora…? bueno, que ¿qué tal el viaje?
   -El mejor de mi vida, no te voy a engañar. –El rostro de Cristine cambia. Lo mira muy serio.
   -Te lo habrás pasado de puta madre, imagino. Emborrachándote, de fiesta con los capullos de tus amigos y follándote a toda la que se te pusieran por delante. –dice Cristine con un gesto que no sabemos muy bien si lo dice en serio o de broma. – ¿Has quedado ya con el maricón y  la puta?
   -¿Luke y Susan?, aún no, ¿qué tal te ha ido a ti?
   -De miedo. He estado sola todo el tiempo que has estado fuera. No me has llamado, no he sabido nada de ti…
   -Cristine, te dije que con este viaje quería desconectar de todo. No he hablado contigo ni con nadie de aquí y… bueno, da igual, ¿no saliste con esta gente?
   -Claro que sí, se presentaron en casa y tuve que irme con ellos, que remedio.
   -¿Ahora me vas a decir que no te gusta salir con Alex, Joe y los demás? –pregunta molesto Jake.
   -No me jodas, Jake. Ya son casi más amigos tuyos que míos. –grita Cristine.
   -¿Y es mi culpa?
   -No, es mi puta culpa por ser una gilipollas mientras que tú eres el tío más maravilloso del mundo. –vuelve a gritar Cristine. La imagen se congela y el rostro de Jake mezcla tristeza con rabia. Se oye la voz de Nicole de fondo por una línea telefónica.
   -¿Qué tal ha ido? –pregunta Nicole.

Corte a una habitación. Estamos en el cuarto de Raúl. Este está echado sobre la cama hablando por teléfono. Las paredes están completamente empapeladas de posters de películas, fotografías, postales, recortes de revistas y periódicos. Hay varias estanterías llenas de discos, libros, comics, cajas de películas y demás objetos.
   -Ha sido un completo alivio. –Contesta Jake. –No sabes el peso que me he quitado de encima.
   -¿Y ella que tal ha reaccionado? –pregunta Nicole por el teléfono. En ningún momento hay algún corte que nos permita verla. Sólo vemos a Jake hablando por teléfono y escuchamos la respuesta de Nicole.
   -Tal y como esperaba. Me ha gritado, me ha insultado, me ha echado de su casa a y los diez minutos me ha llamado para que volviese.

   Corte y volvemos a la escena anterior en casa de Cristine. Tanto ella como Jake aún están en el recibidor de la casa.
   -Mira, Cristine, esto no puede seguir así.
   -¿Qué? –pregunta indignada.
  - Llevamos más de tres años en la misma situación. Odias a todos mis amigos, o a los pocos que me quedan de verdad gracias a ti. Nada de lo que hago está bien si no lo hago contigo. Sientes celos de todos los que me rodean. Has conseguido que el no estar a tú lado sea para mí un alivio. Cada vez tenemos menos cosas en común. Con esto sólo conseguimos hacernos daño el uno al otro.
   -¿Estás cortando conmigo?, ¿de verdad estas cortando conmigo, Jake?
   -Joder, te lo estoy diciendo. Esta relación no tiene fututo. NO. TIENE. FUTURO. –grita Jake. -¿Dónde te pierdes?

   Corte a la cafetería con Luke y Susan. Ella parece estar escuchando atentamente, mientras que Luke se está riendo vivamente.
   -Ja, ja, ja. ¿Dónde te pierdes…?, ja, ja, ja. –dice Luke, mientras sigue riendo.

Corte que nos devuelve a casa de Cristine.
   -Encima te vas a poner borde, joder. –grita ella.
   -Me gritas, me insultas, te importa una mierda lo que diga o haga, y además ¿me hechas en cara que sea borde? –grita Jake fuera de sí. – ¡Qué te jodan, Cris!, ¡qué te jodan!
   -Jódete tú, gilipollas. ¿Te has follado a otra?, me dejas por otra, ¿verdad?, ¿VERDAD? –grita Cristine con lágrimas en los ojos y muy encendida por la discusión. Jake no responde mientras fulmina con la mirada a Cristine. – ¡Fuera de mi casa!, ¡Fuera de mi PUTA CASA! –grita Cristine mientras abre la puerta con un fuerte tirón. Jake camina despacio hasta la puerta. Al llegar a esta se detiene y mira a Cristine.
   -Esta relación no tenía futuro, Cris. No tenía… -pero antes de acabar Cristine le coge del brazo y lo empuja fuera. Jake consigue mantener el equilibrio antes de caer por las escaleras. La puerta se cierra con un fuerte golpe.

Corte a habitación a oscuras. Jake cambia de postura en la silla y vuelve a mirar al frente, tras rascarse la cabeza.
   -Salí de la casa cómo otras tantas veces. De un portazo y casi a empujones. Sabía que me llamaría a los pocos minutos. Siempre lo hacía, siempre acaba volviendo, siempre acaba subiendo a su cuarto. Follábamos y nos lo perdonábamos todo hasta la próxima pelea. Aquella vez no iba a ser distinta, salvo porque yo no iba a volver.

Corte a la calle de Cristine por la que Jake está caminando. Ocurre lo mismo que describe Jake.
   -Caminé durante varios minutos por la calle hasta que llegué a donde había aparcado la moto. Cuando estaba poniéndome el casco me llamó. No contesté. Puse el móvil en silencio, lo guardé en mi chaqueta y me marché a mi piso. Cuando llegue y saqué el móvil tenía 17 llamadas perdidas. Decidí llamarla y dejarle las cosas claras.
Vemos un primer plano de Jake tirado en el suelo y apoyado en la pared de su cuarto. Tiene el móvil en la oreja. A los pocos segundos la voz de Cristine suena por la línea.
   -Perdón, perdón, perdón, perdón,… -dice repetidas veces Cristine. –Vuelve, por favor. He sido una estúpida. Es que no sabes lo mal que lo he pasado estás semanas. Me siento muy sola cuando te vas.
   -Cris… –intenta decir Jake.
   -Perdóname, por favor. No me dejes. Te quiero más que a mi vida.
   -Cris, es obvio que no me quieres, y que yo no te quiero a ti.
   -Yo sí te quiero, te quiero, te quiero, te…
   -Cris, no nos queremos. No. Yo no soy feliz contigo, no lo soy; y está claro que tú conmigo tampoco. Está relación se basa en discutir, follar y salir los dos solos. No quiero llegar a los 40 años y haber tenido la misma vida desde los 18, no quiero. No soporto la idea.
   -Te prometo que cambiaré, te lo prometo. –dice Cristine mientras llora fogosamente.
   -Ninguno va a cambiar, Cris. Ninguno lo va a hacer.
   -No me dejes…
   -Escucha, tienes la ocasión de rehacer tu vida. Podemos empezar de nuevo tomando caminos separados.

Corte a la habitación a oscura, donde la acción transcurre tal y cómo la habíamos dejado antes.
   -…Y colgó. –dice Jake. –No he vuelto a verla desde entonces. Pero ya era, oficialmente, libre. Ya podía preguntárselo.

Corte al cuarto de Jake. Volvemos a la parte donde estaba acostado en la cama hablando por teléfono con Nicole y está le había preguntado que tal había ido la cosa.
   -Y tú, ¿cómo estás? –pregunta Nicole.
   -Me sabe mal decirlo, pero yo estoy perfectamente bien. Me siento muy desahogado, como si hubiese perdido 20 kilos de golpe o hubiese rejuvenecido varios años. Ante todo me siento muy feliz.
   -Eso me alegra muchísimo, Jake. A mí me costó más sentir lo que tú en este momento, pero ahora estoy mucho mejor.
   -¿Fuiste egoísta como te dije?
   -Lo fui. Al principio me sentí culpable pero lo conseguí. La sensación de libertad es, es…
   -Nicole, ¿quieres ser mi novia?  –pregunta Jake decidido.
   -Por supuesto que sí. –dice al instante Nicole. Se ríe, feliz, y vuelve a contestar: -Sí, sí, sí Jake, claro que sí.
   -No es normal preguntar algo así tan decididamente, pero precisamente por eso, y porque esta relación va a ser especial, va a ser de verdad, es por lo que te lo pregunto de ese modo.
   -Dios, Jake. No te puedes hacer una idea lo feliz que soy en este mismo momento. Estoy temblando. Quiero ser tu novia, quiero serlo de veras.
   -Mañana no me voy a despegar de ti, ¿lo sabes? –pregunta Jake.
   -Más te vale. No quiero ver esos labios en otro sitio que no sean junto a los míos.
   -Sólo si tus labios no se despegan de los míos. –afirma Jake. Nicole ríe dulcemente.
   -¿A qué hora sale el avión?
   -A las 5:45 am, una hora más en España. Llegaré a Madrid sobre las ocho de la mañana. Estarás esperándome en la estación de Atocha, ¿verdad?
   -Tú y yo solo podemos encontrarnos en una estación de tren o dentro de uno. Es nuestra tradición. –responde riendo Nicole. Jake sonríe.

Corte a la cafetería.
   -¿Cogiste un avión a Madrid? –pregunta, asombrado, Luke. –Joder tío, enséñame ya la foto. Más te vale que este buena. –Jake saca el móvil y se lo acerca a Luke y Susan. En el rostro de él se dibuja una expresión de aprobación y guiña un ojo a Jake sonriendo.
   -Es guapísima. –dice Susan sonriendo a Jake.
   -Te llevarás muy bien con ella, Susan. –afirma Jake.
   -¿También es una sexy, pero repelente empollona? –pregunta sonriente Luke mientras da un toque en el hombro a Susan. Este le propina un puñetazo en el hombro y los tres se ríen.
   -Capullo. –dice Susan.
   -No, no. Luke iba bien encaminado. Es chica de sobresalientes y matrículas. Es muy inteligente, pero también es lista. Es muy espabilada. Muy madura para su edad. Se parece mucho a ti y a mí, Su.
   -Genial. –dice Susan. –Iros los dos a la mierda. ¿Qué tal tu viaje a España? –Jake levanta, sonriente, la mirada lentamente. Comienza a sonar “Hoppipolla de Sigur Ros” hasta el segundo 35.

Al llegar al segundo 38 de la canción, vemos como Jake entra corriendo en el aeropuerto de Luton, Inglaterra. Lleva consigo únicamente su mochila Nike negra de la suerte. Siguiendo el propio ritmo de la canción seguimos a Jake corriendo por la terminal, mostrando su billete, y el primero en la cola para subir al avión. Su rostro muestra una felicidad muy viva. Se nota, también, que está claramente nervioso. Vemos el avión despegar, surcar los cielos y aterrizar nuevamente.  Mientras Jake corre nuevamente por esta terminal aparece un subtítulo que dice:
“Madrid, Agosto de 2009”
Jake muestra un billete y se monta en el vagón de un metro, cuyo cartel indica “Barajas-Atocha”, la canción llega a los dos minutos y comienza a bajar el volumen mientras se apaga y funde con el principio de “Together We Will Live Forever de Clint Mansell”.

Corte a la habitación a oscuras. Sigue sonando el tema anterior. Vemos de frente las tres sombras sentadas en las sillas. Jake mira sonriente a las sombras, y con una lágrima recorriendo su rostro.
   -Es ya un cliché, sobradamente conocido el que cuando mueres, tu vida pasa por delante de tus ojos. Yo no lo creo. Lo que sí creo es que si que te puede venir a la cabeza la persona que más quieres o el momento que más ha marcado tu vida. Creo firmemente en ello. Y estoy seguro que a mí me vendrá ese. El de Madrid.

Corte a la estación de Atocha de Madrid. La imagen se ve borrosa y a cámara lenta, como al principio de la obra (es exactamente igual). Jake aparece por la puerta del vagón y baja de un salto. Mira hacia todos lados, muy nervioso. Aquí tenemos un travelling hasta el final de la escena. Comienza a caminar hacia la salida. La cámara se mueve de frente suya. Sube unas escaleras mecánicas y gira en un enorme pasillo. (Sólo vemos lo que va dejando atrás, además de a él). Camina así durante medio minuto hasta que se detiene y mira hacia el frente, sonriendo. Comienza a respirar forzadamente y vuelve a ponerse en marcha, acelera el paso aunque sin llegar a correr, la cámara comienza a dar la vuelta a la vez que la visión comienza a ser más nítida permitiéndonos ver con más detalle. Da la vuelta completa y vemos como Jake corre hasta Nicole que está junto a una puerta de la estación. Ella permanece inmóvil aunque sonriendo. Cuando Jake llega hasta ella pasa su mano derecha por la nuca de ella y la izquierda por la cintura, arrimándose los dos y fundiéndose en un largo beso. Los rayos de luz entran por el ventanal de la estación y dan de frente a la cámara, por lo que nos ciega salvo por la negra silueta de ellos dos. La cámara se mueve y podemos ver al final a los dos besándose.
El tema de Mansell comienza a desaparecer y fundir con “Alibi de 30 Seconds to Mars que comienza a sonar a partir de los primeros 30 segundos de la canción.
Cortan el beso aunque apenas separan sus cabezas unos centímetros.
   -¡Hola, pitufa! –dice Jake
   -¡Hola, pitufo! –responde ella.
   -No sabes cuantas ganas tenía de besarte.
   -Pues no pares, por favor. –responde sonriente Nicole mientras vuelve a besarle. –Ni se te ocurra.
   -No pienso hacerlo.
   -No, no te lo voy a permitir. Si lo haces tendré que castigarte. –dice pícaramente Nicole mientras vuelve a besarle.
   -Hoy es un gran día.
   -Ah, ¿sí? Explícame porqué –pregunta juguetona y sonrientemente Nicole mirando a Jake y dándole un corto beso.
   -Porque hoy es el día, es nuestro día, hoy el mundo se detendrá solo para nosotros. –responde Jake, besando a Nicole.
   -¿De veras? –pregunta ella confundida. Jake afirma con la cabeza.
   -Claro que sí. Mira a tu alrededor. –los dos miran y ven como todo a su alrededor comienza ir a cámara lenta excepto ellos mismo. Vuelven a mirarse, sonríen, se besan y caminan hasta la puerta de fuera. La canción no ha dejado de sonar en ningún momento.
Las siguientes escenas transcurres sin sonido salvo la propia canción. Jake y Nicole pasean por las calles de Madrid, la puerta del Sol, la Plaza Mayor, el Palacio Real, la Gran Vía, el metro, el parque del Retiro, el museo del Prado. Todo va a cámara lenta excepto ellos, que mientras, van cogidos de la mano, o abrazados, o haciéndose fotos, o besándose, o mirándose con muchísima pasión. Comienza a anochecer y pasamos a una habitación de hotel muy poco iluminada. La canción llega al 4:00, Jake y Nicole se besan junto a una ventana desde la que vemos una gran vista de Madrid; al 4:20 se echan sobre una enorme cama mientras siguen besándose, la cámara vuelve a la posición original frente a la ventana impidiéndonos ver la cama. Al llegar al 4:25, la música aumenta y las luces de la ciudad comienzan a ir a mayor velocidad, todo va a más rápido, a la vez que la canción suena a mucho más volumen. En el 5:14 comienza a amanecer, la velocidad de la escena vuelve a la normalidad y la cámara comienza a moverse de nuevo, llegando hasta la cama donde Jake y Nicole están acostados, abrazados y cubiertos con la sábana de la cama. La canción termina.

Corte a la habitación a oscuras. Jake está sentado en la silla, sin decir nada, y con los ojos muy rojos. 

Corte a estación de tren de Atocha. Jake está abrazado a Nicola mientras se besan, hablan, y vuelven a besarse. Todo a su alrededor va a una velocidad normal.
   -No ha estado mal, me ha gustado tu ciudad. –dice Jake.
   -Y ¿qué es lo que más te ha gustado…? No vale decir, todo. –pregunta animadamente, Nicole. Jake piensa unos pocos segundos mirando hacia el techo sin dejar de sonreír. Al final acerca su boca al oído de Nicole y le susurra la respuesta, que nosotros no oímos. La chica sonríe sensualmente a Jake, pasa sus brazos por su cuello y lo vuelve a besar.
   -Te quiero. –dice Jake. Nicole se separa y lo mira sonriendo. –Dilo tú también, quiero, necesito oírtelo decir aquí y ahora.
   -Jake, te quiero muchísimo, mi vida. Te quiero, te quiero, te quiero. –Y besa apasionadamente a Jake.
   -Yo te quiero más, Pitufa. –dice Jake volviendo a besarla. El vagón del metro llega en ese momento.  –Te quiero, mi amor. Te llamaré cuando llegue a Londres.
   -Esperaré tu llamada. –responde. Jake se separa de ella después de un nuevo beso y sube al vagón. Se queda junto a la puerta y mira sonriente a Nicole.
   -¿Cuándo supiste que me querías? –pregunta sonriendo Jake a Nicole. Esta abre su bolso y saca una postal. Es la postal de Verona.
   -Hace unos días soñé contigo… –comienza a decir Nicole. –Fue un sueño muy fuerte. Al despertarme me sentía muy viva por dentro, solo pensaba en ti, como siempre, pero con una mayor intensidad. A las pocas horas llegó mi padre con el correo y esta postal. Fue en ese mismo instante... –La puerta comienza a cerrarse.  Nicole se acerca un poco más para poder terminar la frase. Jake hace lo mismo pero la puerta se cierra separando a ambos. –Fue en ese momento… cuando supe que te quería. –grita Nicole. Los pasajeros del vagón se vuelven ante el grito de ella, pero Jake los ignora. Mira sonriente y feliz a Nicole a través de la puerta. El tren comienza a moverse. Nicole camina junto a este.
   -¿Y tú?, ¿cuándo lo supiste? –pregunta mientras comienza a correr. Jake sonríe, y sigue con la mirada a Nicole. – ¿Cuándo lo supiste?
   -Siempre –susurra Jake. Nicole disminuye su velocidad. Entiende el mensaje de Jake. Le sonríe y se despide con la mano. Entonces su imagen desaparece. El vagón se ha introducido en el túnel. Comienza a sonar de fondo “Where We Belong de Lostprophets”. Jake camina con una gran sonrisa por: las escaleras de la estación que conecta el metro con el aeropuerto, el propio aeropuerto, el mostrador, la terminal y el camino al propio avión. Camina siguiendo el ritmo de la canción. Mientras lo hace todo el mundo a su alrededor se muestra feliz. Todos le sonríen o le saludan. Hay mucho colorido a su alrededor, y entra mucha luz por las ventanas del aeropuerto. En los paneles de información aparecen mensajes que dicen:
“Jake+Nicole”
A los 3 minutos de canción, sube al avión y se sienta en su sitio. Ya en el aire, Jake contempla el cielo mientras varias imágenes de Nicole le vienen a la cabeza. En todas ella, la chica le sonríe, o le besa, o le abraza.
Al llegar al 3:50 es el propio Jake el que sale del avión moviéndose al ritmo de la música, y curiosamente la gente que hay a su alrededor se mueve igual que el. Cuando la canción está acabando vemos a Jake cogiendo un autobús fuera del aeropuerto y quitándose los auriculares de su mp3. Mira de nuevo la foto de su móvil y sonríe mientras el autobús se pone en marcha.

Corte al balcón del piso de Jake. Es media-tarde. Está apoyado en la ventana mientras habla por teléfono y mira las preciosas vistas del barrio de Chelsea.
   -Ya he quedados con los dos. –dice Jake.
   -¿Cuándo? –pregunta Nicole desde el otro lado del teléfono.
   -Pues, mañana. Hay una cafetería que nos gusta a los tres, cerca de la National Gallery. Es nuestro cuartel general. –dice Jake bromeando.
   -¿Tiene historia ese lugar?   
   -Digamos que sí. Para empezar, cuando salimos los tres por la noche quedamos allí o cerca. También solemos quedar en la misma cuando nos ha pasado algo gordo a alguno de los tres.
   -¿Sois muy amigos? –pregunta curiosa Nicole.
   -Son mis dos mejores amigos. Creo que junto, sois las únicas personas en las que realmente confío… y también a las que más quiero.
   -Tienen que ser magníficos. Me muero por conocerlos. ¿Cómo son?

Corte a sala de cine. Están proyectando una película. La sala está vacía a excepción de Susan y Jake, que están sentados mientras comen palomitas, beben de sus refrescos y ven la cinta. Voz en off de Jake.
   -A Susan la quiero muchísimo. En muchos sentidos es como tú, solo que nunca ha tenido suerte con los chicos. Tiene una personalidad muy dulce e inteligente, aunque puedeser dura cuando quiere. Los tios acaban pasando de ella. Eso la deprime muchísimo. Siempre que le ocurre algo nos vamos los dos a ver alguna película antigua en el “Old Stories” de Chelsea, es una sala especializada en cine clásico.

Corte de regreso al balcón del piso de Jake.
   -Jo, creo que me voy a poner celosa. –dice bromeando Nicole.
   -No tienes por qué preocuparte por eso, sabes que…
   -Oye, no tienes que explicarte, mi amor. Entiendo la relación que tenéis los dos. Sois amigos y hay una confianza especial. Como entenderás no voy a llegar yo y acabar con ello. –responde Nicole.
   -Pitufa, eso nunca me lo dijo Cristine. Comprenderás que acabe de emocionarme por lo que has dicho. Dios… te quiero aquí ahora mismo. ¡Ya! –dice tiernamente Jake.
   -Tendrás que esperar mi amor, pero pronto estaré ahí contigo.
   -Lo estoy deseando…
   -Bueno, y ¿qué me dices de Luke?
   -¿De Luke? Pues…

Corte al interior de un coche Audi A4. Luke está en su interior, escuchando a todo volumen “Fly Away de Lenny Kravitz”. Su brazo derecho asoma por la ventana. Lleva gafas de sol y canta a la vez que la canción. La voz en off de Jake describe a su amigo.
   -A Luke hay que conocerlo para entenderlo, pero en resumidas cuentas… es un chulo. Sé cree el tío más guapo y divertido de toda Inglaterra. Es lo contrario a Susan y a mí.  Las relaciones le dan pánico. Nunca repite con la misma chica, pero solo piensa en lo mismo. A veces puede llegar a ser muy cabrón. Pero es imposible no divertirse con él.

Corte a cafetería con Luke, Susan y Jake. Aparece un subtítulo que dice:
“Londres, Septiembre de 2009”.
Esta es la última escena que une todas las anteriores que han ocurrido en la cafetería.
   -¿A veces puedo llegar a ser muy cabrón? –pregunta indignado Luke. –El cabrón lo serás tú.
   -Gracias, Luke. –responde Jake. –Bueno. Esa es toda la historia. He conocido a la chica de mis sueños, nos hemos enamorado, he dejado a Cristine, y todos felices. ¿Qué os ha parecido?
   -Has tenido mucha suerte, pequeño. –responde Susan. –Me alegro por ti. ¿Cuándo vendrá?
   -Pues se va a trabajar a Berlín a mediados de mes. Tiene sus primeras vacaciones a mediados de Octubre, y las pasará aquí conmigo. Entonces la conoceréis. Veréis que encanto de…
   -Me parece maravilloso, tío. –interrumpe Luke mientras escribe un mensaje con el móvil. –Muy bonito, muy tierno, muy romántico. Me has decepcionado. Dejas a la bruja y ahora que podíamos ir de caza los dos solos te atas con otra. Bueno… allá tú, pero…  ¿tiene amigas?
   -No para ti… tío. –responde bromeando Jake.
   -Joder… muy bien. –responde Luke cerrando el móvil y mirando sonriente a Susan y a Jake. –Entonces vendrá, nos encantará, y  la adoraremos para el resto de los días. ¿Podemos irnos ya a “McClarens”?, Olga y sus amigas se iban a pasar por ahí. Y todas me gustan…

Corte a interior de un pub-discoteca. Suena de fondo “Telephone de Lady Gaga”. Luke se acerca a un par de chicas que están junto a la barra.
   -Hola, chicas. –dice Luke sonriendo. Las chicas lo miran pero no responden. -¿Te apetece una copa? –pregunta a la más guapa de las dos.
   -Olvídalo, chico. –responde la chica. Luke, consternado, se acerca un poco más a ella.
   -¿Y eso? –pregunta con indignación.
   -Y eso es mi amiga… -responde nuevamente la chica –y no quiere una copa.
Luke se queda perplejo.
En otra parte del pub Jake y Susan hablan sentados en una mesa. Los días ríen por la conversación. Cuando Jake no mira, Susan lo mira con deseo y lástima. En ese momento llegan una par de chicas que se sientan en la mesa a hablar con ellos. Jake, sonriendo, acaba poniéndose en pie y se va hasta donde está Luke. Susan le sigue con la mirada.
Luke, por su cuenta, sigue intentándolo. Hay otra chica junto a la barra escribiendo un mensaje con el móvil.
   -Hola, preciosa. ¿Te apetece una copa? –pregunta decidido Luke. La chica lo mira con indiferencia.
   -La miel no es para la boca del asno, precioso. –responde ella. Luke vuelve a quedar consternado.
   -Te hablaba de una copa, preciosa. No de que me chupases la polla. –responde Luke. La chica se vuelve, le da un guantazo y se marcha. Por detrás aparece Jake, intentando disimular.
   -Esto… me voy a fumar a la ventana, ¿te vienes? –pregunta.
   -Aún estoy de caza, Jake. Luego quizás. –responde Luke serio sin mirarle y se marcha hasta otra preciosa chica que hay sentada en una mesa con más gente. Jake sonríe y se marcha.
Comienza a sonar “Halo de Beyonce”. Se trata de una mesa larga en la que hay sentada mucha gente. Luke se acerca a la chica y de rodillas se pone a hablar con ella.
   -Vaya, que sorpresa. –comienza Luke. La chica le mira con curiosidad y sonriente.
   -¿Sorpresa?
   -Sí, no esperaba verte tan pronto.
   -¿Nos hemos visto antes? –pregunta la chica, divertida.
   -Claro que sí, pero ahora estás incluso más guapa. Es alucinante, ¿cuál es tu secreto?
   -Perdona, no te recuerdo.
   -Claro que sí. Soy Luke, nos conocimos anoche.
   -No puede ser… -dice la chica riendo. –Ayer por la noche no salí de mi casa. ¿Dónde me viste?
   -Te vi en mis sueños, pequeña. Y ahora aquí. El mundo es un pañuelo, ¿no te parece? –La chica tarde en reaccionar por la respuesta de Luke. Al final se ríe abiertamente. –Te invito a una copa, ¿qué me dices?
   -¿Qué te decía en el sueño?
   -Que sí, por supuesto.
   -¿Y qué tomaba?, ¿lo recuerdas?
   -… en el sueño… en el sueño decías, que tomabas lo mismo que yo. –La chica se ríe, se levanta de la silla, coge de la mano a Luke y lo acompaña hasta la barra. Desde el balcón Jake observa la escena con una sonrisa y el cigarro encendido en su mano. Aparta la mirada hasta la ventana y contempla el iluminado anochecer de Londres. La imagen se funde lentamente en negro a la vez que la música desaparece.
Oímos la voz de Nicole en medio de la oscuridad y el silencio.
   -Jake, tengo algo que decirte que no te va a gustar.
Aparece un subtítulo en el fondo negro con letras en blanco:
“Londres, Octubre de 2009”

La imagen se funde hasta una puerta. Vuelve el sonido. Varios golpes de llamada suenan en la puerta. Un chico de unos veinte años (Paul Dano) abre la puerta y deja entrar a Luke y a Susan.
   -Gracias por llamarnos, Steve. –dice Susan al chico.
   -Gracias a vosotros por venir. Está en su cuarto. Yo me voy ya, volveré a las tres o a las cuatro. Me da miedo dejarle solo, así que si no os importa quedaros con él hasta…
   -Vete tranquilo, tío. No nos vamos a mover de aquí. –responde Luke. Steve asiente con la cabeza, coge su chaqueta y sale por la puerta. Luke la cierra y tanto él como Susan caminan por el desordenado pasillo hasta la puerta cerrada de una habitación. La abren. Es el cuarto de Jake. Este está sentado en el suelo apoyado en la pared. Lleva un pijama arrugado. Su aspecto es horrible. Pelo sucio, barba de varios días, legañas. Tiene los ojos rojos y la mirada perdida. El cuarto está a oscuras y desordenado. Hay cartas, papeles, libros y fotografías esparcidas por todos lados.
Luke va hasta la ventana y la abre, dejando que entre luz y aire. Susan se pone de rodillas junto a Jake.
   -Jake, ¿qué te ha pasado? –este no responde. Luke se acerca también, pero los restos de unas fotografías en el suelo llaman su atención. Están todas rotas. Son de Nicole.
   -Joder, Jake. ¿Qué ha ocurrido? –pregunta Luke. Jake por fin parece percatarse de la presencia de sus dos amigos. Mira fijamente a Luke sin decir nada.

Pasamos a la sala de estar del piso. Jake está sentado en un viejo sofá mientras Susan le acerca un tazón de cacao. Sigue con la mirada triste y perdida.
   -Steve nos ha dicho que no has salido de tu cuarto en tres días. Nos llamó preocupado. –dice Susan.
   -Tienes que comer algo. Estás hecho una mierda, amigo. –dice Luke intentando animarlo.
   -No lo entendería… -dice Jake.
   -¿Qué has dicho? –pregunta Luke. Jake se toma su tiempo hasta que responde.
   -Me llamó… hace una semana. Me dijo que no podía seguir con lo nuestro.
   -Pero ¿por qué?
   -Me dijo que no lo entendería.

Corte a la habitación de Jake. Aparece un subtítulo que dice:
“Hace cuatro semanas”
Jake está hablando por teléfono con Nicole.
   -¿Nerviosa, pitufa?
   -¿Bromeas? Después de esperarte a ti en Atocha… -dice Nicole riendo. –Llevo todo el año esperando esto. Yo y mis dos amigas. Trabajar en una escuela en Berlín enseñando inglés y español. Es un principio, pero va a ser un año perfecto.
   -Sobre todo cuando vengas a verme.
   -No, perdona. Sobre todo cuando TÚ, vengas aquí a verme.
   -Umm, me gusta cómo piensa, mi amor. –responde Jake.
Suena la voz en off de Jake de fondo:
   -Pero no salió bien.

Corte a habitación a oscuras donde Jake habla con las tres sombras sentadas.
   -El viaje a Berlín no salió bien. Tuvieron problemas con la casa donde se iban a quedar. Cada una de ellas trabaja en una escuela que quedaba lejos de la casa. Tuvieron problemas entre ellas. Se angustiaron de mala manera. Hablábamos todos los días. Yo trataba de animarla. De decirle que lo intentara, y si no lo conseguía que no se preocupase. Que estuviera tranquila. Pero todo se fue a la mierda. A la semana de llegar a Berlín acabó volviendo a España.

Corte al piso de Jake donde les cuenta a Susan y a Luke lo que ha ocurrido.
   -Al volver estaba triste pero pude animarla e intentamos hacer como que no había ocurrido nada malo. Pero ella se sentía hundida y humillada por dentro… Para ella era algo muy serio, era su primera oportunidad de demostrar que por fin era adulta y de que se iba a independizar. No fue del todo sincera en ese aspecto conmigo. Pasaron los días, y nuestro plan de venir a Londres se acercaba. Los dos estábamos muy animados. Lo esperábamos con muchísima ilusión. Yo no pensaba en otra cosa.

Corte a la habitación a oscuras. Jake continúa hablando.
   -Vendría un viernes y estaría aquí hasta el martes. Pero el lunes por la noche de esa misma semana me llamó.

Aparece un subtítulo que dice:
“Hace cuatro días”
Corte a cuarto de Raúl. Este está acostado sobre la cama, viendo una película en el portátil y con cigarro en la boca. Suena el teléfono y lo descuelga.
   -¿Jake…? –es la voz de Nicole.
   -Mi amor, -responde animadamente Jake  – ¿qué te cuentas? Estaba viendo Gilda, como tú me recomendaste. Menudo mier…
   -Jake, perdona. –interrumpe Nicole. Jake se queda en silencio. Su gesto cambia.
   -¿Por… qué?
   -Jake, tengo algo que decirte que no te va a gustar.
   -¿Qué ha pasado?
   -No voy a poder ir este viernes a Londres…
   -Pero ¿por qué?
   -Porque estoy mal. No lo entiendo ni yo, pero ahora mismo solo quiera estar sola.
   -¿Cómo que sola?, pero…
   -No quiero salir, no quiero ver a nadie, necesito pensar en mi futuro, en lo que voy a hacer.
   -Cariño, te entiendo perfectamente. Sabes que haré todo lo que quieras…
   -Lo sé… por eso te pido que me olvides. –responde Nicole. El gesto de Jake cambia por completo. El miedo y la duda lo asolan por completo.
   -Pero Nicole, mi vida. ¿Por qué estás diciendo esto?
   -Porque me he dado cuenta de que lo nuestro pudo ser un error. Yo tenía asumido lo que era el amor, y no era algo maravilloso o fantástico cómo tú y yo lo habíamos imaginado. Me hiciste sentir como una cría, me engañe a mi misma sintiéndote así. Y después de lo de Berlín me siento como una estúpida.
   -¿Me hechas a mí la culpa? –pregunta Jake.
   -No estoy diciendo eso… pero ahora mismo no sé si quiero seguir contigo o no. Quiero estar sola.
  -Ya no me quieres… -Nicole tarda en responder.
   -No lo sé…
 
Comienza a sonar “So Long, Goodbye, de 10 Years”

La voz en off de Jake continúa narrando. Ocurre lo mismo que él describe con la canción de 10 Years de fondo.
   -Me pidió que no la presionara. Después de eso me dijo que iba a colgar. Y lo hizo. Me dijo que tenía que pensarlo. Que le llevaría unos días decidir si seguía conmigo o me dejaba, y que tenía que pensar en ella misma. Me hundí por dentro. Me hundí del todo, toqué fondo. Me siento como una mierda. Estoy perdido. No podéis ni imaginar el dolor tan fuerte que siento ahora mismo por dentro. Al menos, cuando dormía no pensaba en ella, ni soñaba con ella... Apenas he dormido. No me he despegado del ordenador. No responde a mis llamadas o mis mensajes. Unas cuantas veces se ha conectado al Messenger. No la he presionado en ningún momento…. Aún espero.

Corte a la sala de estar del piso de Jake. Cesa la canción anterior.
   -Pero… ¿cómo te hace esto?, después de todo lo quegrita Luke.
   -Me dijo que no lo entendería. Pero si lo hago. Entiendo que pueda tener dudas. Ella y yo basamos esta relación en lo especial que era, y el cómo se había formado. Aceptábamos todo lo que se nos presentaba, sin dudar. Lo que no entiendo es cómo… cómo… Jake, incapaz de seguir deja de hablar y vuelve a mirar hacia la nada. –Sí me deja no sé que voy a hacer.
   -Sí te dijera que quiere estar contigo… después de esto, ¿dirías que sí? –pregunta en voz baja Susan. Jake la mira con los ojos rojos pero sin llorar.
   -No quiero perderla… -responde. Luke y Susan se miran preocupados.

Corte de noche. Susan y Jake están aún en el sofá. Ella está dormida. Luke también duerme en un sillón junto al balcón. Jake sigue despierto mientras fuma. En la mesa que hay junto al sofá hay un portátil. Lo coge y lo enciende. Vemos como abre su correo. Tiene un e-mail de Nicole. Lo abre. Apaga el cigarro y vemos como lo lee. Comienza a sonar “Wrecking Ball de Interpol”, el rostro de Jake cambia y pasa a ser aún más triste que antes. Comienza a respirar con dificultad. Su cara es toda una mueca de dolor y angustia. Apaga el portátil y mira al frente desesperado.

Corte a habitación a oscuras.
   -Me dejó por e-mail. No fue ni capaz de llamarme. Decía que por escrito podía expresarse mucho mejor y aclarar sus ideas. Me dejó… Y ya está. Ya no tengo nada más que decir. –Jake se pone en pie y empieza a gritar. –He hecho lo que queríais. Lo he contado todo. He reflexionado. No sé qué hacer… no sé qué coño hago aquí. ¿Qué es este lugar?, ¿qué sois?, ¿qué mierdas queréis de mi?, ¡CONTESTAD!
Las tres sombras permanecen inamovibles. Jake sigue de pie respirando tras los gritos. Una de las sombras se pone en pie y se acerca a la luz. Es Cristine. El rostro de Jake torna a sorpresa.
   -Cristine… ¿qué…?
   -¿Por qué coño estoy aquí?, ni puta idea. Estoy aquí porque tú quieres. Bueno, eso y porque eres gilipollas.
   -Aunque te parezca mentira… -dice irónico, aunque asustado Jake –no te entiendo.
   -Cariño, ¿Por qué no te levantas la manga de la camisa? –dice Cristine. Jake lo hace y descubre varías rajas en su muñeca. Asustado mira la otra y también encuentras las mismas marcas. –Tomaste el camino fácil. A mí también se me pasó por la cabeza, pero seguí tu consejo. Vi en esto una nueva oportunidad. ¿Por qué no pudiste hacer tú lo mismo?
Jake tarda en responde. Aún mira con asombro las rajas.
   -Yo… no lo sé. Nuestra relación… nuestra relación no era la misma que la de Nicole y mía. Lo nuestro era algo más… más fuerte. La sentía mucho más profunda. Yo…
   -¿Te lo creíste?, ¿te creíste que el amor definiría esta relación, y no la realidad? –Pregunta Cristine. Jake no responde. –Gilipollas. No había diferencia.
La segunda sombra se levanta de la silla y se acerca hasta ellos. Es Nicole.
   -Jake… –dice ella.
   -Nicole… –responde él acercándose a ella.
   -Pitufo. No debes estar aquí. Este no es tu sitio. Eres una persona demasiado maravillosa como para acabar así.
   -Estoy así por ti. –responde Jake.
   -Lo sé. Tú cambiaste mi vida. Me enseñaste a que debía de ser más egoísta con los demás únicamente para ayudarme a mí misma. Puede parecer un mal consejo, pero en el fondo todos deseamos que alguien nos lo diga al menos una vez. Lo que hice, lo hice por mí. Porqué estaba sufriendo. Era necesario…
   -Podría hacerte ayudado. Podríamos haber…
   -¿Aún no lo comprendes?, no era cosa de nosotros. Era únicamente yo. Debía hacerlo por mí. De lo contrario nos habría hecho daño a ambos a largo plazo.
   -Ya me has hecho daño. Estoy muerto…
   -No estás muerto, Jake. –responde Nicole. –Aún no. Puedes salir de aquí, acabar con esto. Pero has de desearlo. El impulso que te ha apagado ha de desaparecer… Así podrás volver.
   -¿Para qué?, me he auto engañado. Nunca había creído en el amor hasta que te conocí. No creía que pudiese llegar a amar o a sentir lo que toda la mierda del romance describe como amor. Sabía que era un error. Que únicamente era una fuerte sensación de atracción. Pero me lo creía de verdad. Pensé que tú y yo éramos especiales. Mejores que los demás. Que funcionaría. Nunca he sido más feliz en toda mi vida que durante estas últimas semanas. Y ahora mi subconsciente le da más importancia de la que tiene. Porque sabe que esto no puede acabar así… Si existiese el amor de verdad, todo esto no estaría pasando, ni me harías esto.
La tercera sombra se pone en pie y va hasta ellos. Es Susan.
   -¿De verdad crees que si el amor no existiese estarías aquí? –pregunta Susan. Jake se ve incapaz de responder. –El amor no es sólo algo bueno. El amor se expresa de muchos modos. Tanto de un modo efusivo como de un modo íntimo o secreto. El amor sí que mueve el mundo, Jake. Todas las guerras, los descubrimiento, los estudios, libros, canciones, películas, todo lo que existe o ha creado el hombre ha sido impulsado por el amor. ¿No te das cuentas? El amor viene del modo en que menos te lo puedes imaginar.
   -¿Por qué?
   -Porque es así. El amor no es exacto o perfecto. Es cuestión de sentimientos. Tienes que sentirlo. Tienes que vivir. –Jake no responde. Se pone en píe y da varías vueltas. Las tres muchachas lo miran. Al final se detiene y les devuelve la mirada.
   -Nada volverá a ser lo mismo. –dice Jake.
   -Por supuesto que no. –responde Nicole. –A lo largo de la vida tenemos que sufrir, pero siempre aprendemos algo de ello.
   -Podemos aprender de los errores del pasado. –dice Cristine.
   -Y ver lo que nos rodea con otros ojos. –afirma Susan.

Comienza a sonar “Prologue de James Newton Howard”.  Nicole se acerca a Jake.
   -Vuelve. Has marcado mi vida para siempre. Y eso, por más que quiera, jamás podré olvidarlo. Pero ahí fuera hay gente a la que podrás cambiar, a la que podrías ayudar. –Jake,  finalmente sonríe y asiente.
   -Lo único que quería era pasar el resto de mi vida contigo. Viajando juntos. El día de nuestra boda. Te imaginaba embarazada de nuestro primer hijo…. –dice Jake.
   -No te arrepientas por haberlo deseado. Todo eso llegará. Vive esa vida que quisiste para los dos, pero con alguien que lo merezca.
Llega al minuto 1:30. Nicole se aleja y se junta con las otras dos. Jake sonríe y se despide de las tres con la mirada. Avanza hasta la silla y se sienta. Comienza a respirar con fuerza. Una mueca de dolor se dibuja en su rostro. Al llegar el minuto 2:30 una fuerte luz blanca ilumina toda la escena, fundiendo la imagen y perdiendo a Jake que levanta la cabeza, gritando de dolor.
  
La imagen permanece en blanco. A lo lejos se oye la voz de Susan.
   -¡Jake, Jake, Jake, por Dios, JAKE! –grita Susan. La imagen comienza a clarecer y vemos a Jake tirado en el suelo del baño de su cuarto. Tiene las muñecas vendadas, aunque todo el suelo está lleno de sangre. Susan está sobre él intentando reanimarlo.
   -¿Qué…? –intenta decir Jake con voz apagada.
   -Eso es… eso es. –dice Susan con lágrimas en los ojos. – ¡LUKE! –en ese momento aparece Luke con un móvil en la mano.
   -Ya he llamado. La ambulancia viene de camino amigo. Ya ha pasado todo. Tranquila Su. –dice Luke colocando su mano en el hombre de su amiga. Esta echa a llorar sobre Jake. El chico intenta levantar la cabeza para decir algo. Susan se percata y se acerca.
   -¿Qué..?, ¿qué pasa, Jake? –pregunta nerviosa Susan. Jake hace un esfuerzo y le susurra a Susan al oído.
   -Gra… cias. –después de eso vuelve a perder el conocimiento.

La imagen vuelve a fundirse en negro. Oímos los gritos de Susan de fondo aunque poco a poco va desapareciendo, quedando todo en silencio. Todo queda a oscuras durante 30 segundos hasta que arranca la voz en off de Jake.
  -¿Y ahora qué, os preguntaréis? El ser humano es increíble por sí mismo. Somos todos tan iguales y tan distintos. Nos afectan las mismas cosas pero de distinto modo. Podemos sentir de mil maneras diferentes. Jamás estaremos de acuerdo en A pero si en B, o al revés. De todo se aprende algo, de todo. Sobre todo de lo malo.

Fundido a la siguiente imagen. Vemos a Jake sentado en los escalones de piedra de la entrada de la National Gallery, la cámara se acerca muy lentamente a él. Comienza a sonar “Fix You de Coldplay”. La voz en off de Jake sigue hablando.
   -Aprendes que el amor es algo demasiado complejo como para definirlo. Lo que a mí me afectó de un modo no tiene por qué afectaros a vosotros. No hay un mensaje oculto tras esta historia. No hay una enseñanza clave, no.
Jake gira la mirada y ve a Nicole de pie mirándole a unos 10 metros de él. La canción llega a minuto 2.35. Volvemos a ver de frente a Jake que sonríe
   - … Sólo hay una historia. Un idea. Un futuro. Vivid la vida, disfrutad de ella cuando podáis, y seguid adelante. No hay nada más.  –Llega al minuto 3:00, la imagen va a cámara lenta, Jake se pone en pie y aparece Susan. Se abrazan y se funde en un tierno beso. Jake la mira sonriente y se gira para mirar donde estaba Nicole. Ha desaparecido. Al llegar al 3:30 Jake y Susan salen cogidos de la mano y bajan por Trafalgar Square en dirección al rio. La cámara comienza a subir y vemos una bella imagen aérea de Londres, con el Big Ben, el Parlamento y el London Eye al fondo. La cámara se detiene. La imagen se funde en negro al terminar la canción.

“THE TIME WAS STOPPED JUST FOR US”

Títulos de Créditos.



5 comentarios:

  1. Me encantó la historia Sean! Está muy bien armada, tiene una base musical muy sólida y el reparto está de lujo. Es una de esas historias con las que es imposible no identificarse, quién no habrá pasado por algo asÍ?? jeje
    Y Fix you! bue, temazo!!!! no podía terminar con una escena mejor.

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  2. Una bella historia, muy profunda y bien estructurada. Me encantaron los dialogos, que acompañados de la gran banda sonora están magnificos. Hirch tiene un gran personaje, ¿posible premio?, a lo mejor... Suerte Sean, y felicidades por esta obra, un gran acierto.

    P.D.- Ah y el título no podia ser mejor... :-)

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  3. He aquí mi comentario:
    "Acabo de leer mi obra favorita de la 4ta edición de Directed By"

    Un saludo!

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  4. Muchas gracias a los tres por vuestros comentarios. Muchas gracias Yahir! = )
    Ojala esta hubiese ocupado el lugar de Quiettown, ya que una la hice a prisas y corriendo, y la otra con el corazón... es más, la estoy adaptando a guión real, asi que atentos a los próximos estrenos xD

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  5. Aaaaaaaaaaaa Sean!!! me encantó ;D Y no hacia falta que se aclare que esta basada en hechos reales ;).
    Me dejaste enmudecida toda la obra, me enamoré, me desilucioné, me deprimí, tal cualito como pasa a veces, como nos pasó a todos ;(
    Aguante las Susan que andan por el mundo y que los Jake a veces tardan en ver ;D
    Me enredé eso si, un poco con los tiempos, pero como quería saber que pasaba ni me detuve mucho a releer. La historia de amor del festival, tardó en publicarse, pero bien valió la espera, FELICITACIONES!!!
    P.D.: Juke es EL GRAN PERSONAJE SECUNDARIO, jajaja, buenísimooo.

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