miércoles, 12 de mayo de 2010

Directed by 4: EL SILENCIO DE LAS MANZANAS (Mariano Masci) - Argentina


Título: EL SILENCIO DE LAS MANZANAS

Autor: Mariano Tomás Masci

Género: Drama/Comedia

Elenco:
Lisa Kudrow (Marnee)
Jason Bateman (Jeff Feijoo)
Zooey Deschanel (June)
Lee Pace (Liev)
Paul Dano (Zach)
Ari Graynor (Susan)

Banda sonora:
-“Tall tall glass”, de Tilly & the Wall - Click

-“You sexy thing” de Hot Chocolate - Click

-“Ashes and Wine” de A Fine Frenzy - Click
            
-“Crossroads”, de Eat -Click
            

Sinópsis:
Esta es la historia de tres hombres y tres mujeres, en fin… tres parejas relacionadas entre sí, a veces a través de la palabra, y a veces a través del silencio. Esta no es la historia de las barbaridades que escogen decir, sino de las cosas simples que intentan callar (aún cuando callar las cosas simples implica magnificarlas).

Argumento:

-Primera escena-
Una hilera de pollos que cuelgan muertos, y aún emplumados, baja poco a poco antes de ingresar en una cámara de vapor. Los pollos salen humeando por el extremo opuesto de dicho compartimiento, donde una fila de personas los va descolgando de sus ganchos y comienza a cortar sus plumas. June camina entre ellos, con la mirada atenta ante cualquier evento. Un pollo resbala de las manos de un empleado joven con cara de nada. El pollo cae como en cámara lenta; el joven vuelve a recogerlo y ante la atónita mirada de la supervisora, lo tira en un cesto de basura.



-¡Oye, tú! –Grita June. El muchacho da un respingo y se gira lentamente hasta enfocar con la mirada el pasillo por el que la mujer viene casi corriendo- Eres nuevo, ¿no?

-S-s-si –Titubea el chico.

-Ah, eso explica un par de cosas. Primero: los pollos muertos no vuelan.

-¿Cómo? –La interrumpe él con los ojos abiertos como platos.

-¡Que no se te tienen que caer los pollos, por al amor de dios! –Contesta ella con cara de exasperación- Y segundo, si un pollo llega al piso tras un intento frustrado de volar, no lo tiras a la basura. Lo sigues pelando, total la segunda cámara de limpieza se encargará de limpiarlo.

-¿Entonces por qué los limpian antes de dárnoslos?

-Para que la mugre de las plumas no penetre en la carne durante el afeitado. Y porque esta es una empresa seria que cuida a sus empleados de los gérmenes, ya que como bien sabrás en las granjas hay gérmenes y restos de materia fecal. Y no queremos que ninguno de ustedes ingiera eso y termine con diarrea, ¿OK? Ahora a trabajar.

Luego de que el chico con cara de nada asiente, June se retira para seguir supervisando el trabajo del resto. Mientras tanto, afuera los camiones distribuidores siguen saliendo. En sus costados, debajo del eslogan de un pollo con gorro de chef, se lee la frase “‘Chick-soul’ comidas listas a base de pollo y amor”.

-Segunda escena-
Marnee entra a su cocina arrastrando los pies, con un termómetro en su boca. Acaba de levantarse y eso se nota en su cabello revuelto que no ha peinado, y en sus ojos hinchados, casi cerrados. Su hija está desayunando, por lo que Marnee aprovecha lo que queda en la cafetera y se sirve una taza. Suena el pitido del termómetro y lo retira de entre sus labios, y observa.

-¡¿37 grados?! –Exclama- ¡Maldita sea, tendré que volver al trabajo esta noche!

-Volver al trabajo –repite su hija- Bueno, al menos tenes uno de esos.

Su madre pone los brazos en jarra y pregunta:

-¿Qué querés decir con eso?

-Que obviamente ya no estoy trabajando…

-¿Y eso por qué? Que te haya apoyado en que abandonaras tus estudios no significa que tenga que mantenerte hasta los treinta.

-¡Ey, ey, ey! Yo no abandoné mis estudios –reprocha Susan- Simplemente cambié por Bellas Artes.

-¡Dime una sola persona que trabaje de eso! –Exige la mujer enfatizando el “una sola” con su dedo índice alzado, y poniendo tono sarcástico en “trabaje”.

-Por empezar, Zach…

(Vemos a Zach, vestido de pollo con plumas amarillas y gorro de chef, cantando en una publicidad de Chick-soul. La letra dice:
Si estás triste o aburrido,
come un pedazo de alegría,
¡Ya verás que es divertido!
Nada como un buen… ¡POLLO!
Fin de la publicidad.)
-Ah, cierto… es verdad – Ironiza Marnee- ¡Nada como un buen pollo!... ¡Y ni siquiera rima!

-¡Si que rima!

-¡Que no!, y además si eso es trabajar que me parta un rayo. Sería un trabajo digno, si no fuese el hijo del dueño de Chick-soul. Aunque, pensándolo bien, no veo de qué manera sería un trabajo digno para nadie.

-Hay que ganarse el dinero… -responde la más joven.

-Bueno, pero no veo que TU lo hagas. Vamos, Susan. No es que me moleste tenerte las 24 horas pegada como un chicle… Bueno, no quise decir eso. Mejor dicho… No es que no quiera verte rascándote el ombligo, pero creo que ya estás lo suficientemente madura como para seguir en el juego.

-¿Qué juego…? –pregunta la muchacha.

-No soy tu padrastro. No trates de engañarme, no va a funcionar. Te oí por la noche… y te vi.

(En un flash-back vemos a Susan caminando borracha hacia la puerta de su casa. Marnee la observa desde la ventana de su cuarto, donde Jeff duerme plácidamente. En el patio, su hija cojea y camina encorvada como si la espalda le pesara una tonelada. Va agarrándose de las plantas y los arbustos hasta que finalmente da con el rectángulo de maciza madera. Intenta sacar las llaves de su neceser, pero este se le cae. Un montón de condones sin abrir se desparraman por el suelo. Ella se agacha a recoger el desastre, cuando palpando el suelo da inesperadamente con las llaves. Las recoge y tras varios intentos fallidos de insertarla, por fin lo consigue y abre la puerta. Pero antes de entrar el perro caniche de la familia sale corriendo hacia fuera. “¡Chau, Cindy!” saluda Susan al animal y luego ríe tontamente y eructa. Antes de entrar, recoge los condones y los vuelve a guardar.
La escalera hasta su cuarto la sube en cuatro patas, escalándola poco a poco, reprimiendo la risa que le contrae la cara. Una vez en el pasillo corre hacia el baño)

-¡Dios, que vergüenza! –Exclama Marnee, ante lo cual la muchacha se ruboriza y trata de decir algo en su defensa, pero la madre la interrumpe para completar…

-¡…Y a las 3 de la mañana! –Mostrando tres dedos- ¡A las tres! –Repite. -… En mis épocas no se hacía esto, o al menos las veces que me pasó (pocas) esperaba sentada en la calle a que se me pasara la borrachera… ¡Como mínimo! ¿Y se puede saber donde estuviste? Ya que por lo visto volviste caminando, deduzco que no fuiste demasiado lejos para ir a pasártelo de puta madre mientras yo volaba de fiebre como una descocida…

-¡Eso no te importa!

-¿Qué no me importa? ¡Yo te parí! –grita Marnee- Costaste un trabajo de parto que me hizo no querer tener más hijos, solo para sacar 4 kilos de ser humano de mi ya-sabes-qué… Y te crié, y te doy mi cariño, mi paciencia y mi dinero, ¡Todo te doy! ¿Y merezco que me pagues de esta manera? ¿Qué no me importa?... ¡Nada me importa más que saber cómo hiciste para llegar a casa hecha una barata!

Ante esta última frase, la jovencita salta exasperada de su silla (no lleva más nada que una camiseta de dormir holgada, larga hasta las rodillas) y empieza a gritar exasperada:

-¡Yo no soy ninguna barata! Y si lo fuese, ¿QUÉ? ¿Me estás exigiendo respeto? Entonces, primero, respetame vos a mi. Ayer salí con mis amigas, porque TENGO amigas, y porque tengo vida. Y punto, hoy salgo a buscar trabajo para que no tengas que lamentarte por mi futuro o más bien por tu trabajo de parto. Cuando en realidad vos, VOS sos… ¿Sabes lo que sos…?

-A ver… ¡¿Qué soy?! –La aviva su propia madre, cuando en ese momento exacto Jeff entra en el cuarto, portafolio en mano.

-¡UN DOLOR MENSTRUAL!

Jeff deja caer el maletín, boquiabierto y con ojos completamente fuera de órbita. La perra Cindy empieza a ladrar.

-¿Alguien me puede decir desde cuando vivimos en un prostíbulo?... ¿Qué es todo este griterío?

Ninguna de las dos responde. Cindy, que ya ha parado de ladrar, se acerca tosiendo a los pies del hombre, y este se agacha para acariciarla, pero se detiene y con cara extrañada se vuelve hacia las dos mujeres y pregunta:

-¿Alguna de las dos sabría decirme por qué Cindy lleva un condón en la boca? –Ambas mujeres se miran pero ninguna de las dos responde.

-Tercera escena-
Susan, entra en su habitación, abre su notebook, y se conecta a internet en busca de anuncios laborales. Luego hace un par de llamados. Esporádicamente vemos como va colgando sin conseguir al menos un buen resultado. La última vez que cuelga, rompe en llanto y empieza a marcar un número.

-Zach… -los sollozos la obligan a tomar aire…- ¿Puedo quedarme unos días en tu departamento?

-Cuarta escena-
Liev, está en su veterinaria, leyendo tranquilamente, fumando un cigarrillo que se ve obligado a apagar cuando una pareja entra con un caniche (en brazos de la mujer).

-Hola, bienvenidos, ¿en qué puedo ayudarles?

-Hola,  bueno… es esta perra. Pasó algo extraño… -empieza el hombre.

-¿Me permite? –pregunta Liev, mientras extiende los brazos esperando recibir a la perra. Jeff se la da con sumo cuidado.

-Se tragó… algo… y lo tiene como atascado…

-Veamos… -Acomoda al caniche sobre una mesa metálica debajo de una luz incandescente y abre las fauces del can con una paletita de madera…

Jeff y Marnee se miran incómodos.

-¡Que me jodan, pero si se tragó un preservativo!.... Perdonen mi vocabulario… Pero esta mierda no se ve todos los días. Voy a tener que denunciarlos… ¡¿Qué carajo estuvieron haciendo con este perro, pervertidos?!

-¡Hey, hey, hey! –Replica Jeff- ¡No piense así, nosotros no tuvimos nada que ver con esto!

-No lo se. Pero a PETA seguramente le interese escuchar acerca de ustedes… Voy a retirar el condón, pero esta perra se queda acá hasta que haga la debida denuncia por negligencia.

-¡¿He?!... ¡¿Eso es legal?!...-Protesta Marnee toda inervada- ¿No entiende que no tuvimos nada que ver, o simplemente nos quiere robar el perro?

-Mientras más levante el tono, señora, en más problemas se van a meter. Ahora les voy a pedir que dejen su firma, hasta que haga la debida denuncia.

-¡Un momento! Eso no es justo –dice Jeff avanzando hacia el veterinario- Nosotros no hicimos esto…

-Tal vez no –Contesta Liev- pero así son las reglas- Alza al perro en brazos y busca unos papeles en el mostrador y agrega. –Ahora firmen y retírense. Si no se encuentran microorganismos en ese condón, entonces tendrán a… -revisa el collar del animal- … “Cindy”, de vuelta en 48 horas.

Luego de firmar, y antes de irse Jeff advierte que esto no va a quedar así.

-Quinta escena-
Es una sala de estar escasamente iluminada, pero con una decoración moderna. June y Liev están recostados juntos, desnudos en un sofá, riéndose.

-¡No puedo creer que se hayan tragado lo de los microorganismos! –replica June, aún carcajeando- Es decir… es decir…

-Lo sé, lo se…

-Y… ¿los conocías de antes, nunca habían ido antes al local?

-No que yo recuerde. Pero el tipo tiene un apellido raro… Fei… Feijoo, y espera a ver su firma… tiene forma de pene.

June se levanta de un salto del sofá, con cara de quien ha visto un fantasma.

-¿Qué pasa…? –pregunta él.

-¿Feijoo?

-Sí.

-¿Jeff Feijoo? –completa ella esta vez.

-Sí… espera… ¿lo conoces?

-La pregunta sería… ¿Quién en todo el puto país no lo conoce?

-Yo vivo en este puto país y no lo conozco…

-Liev… -suspira June apretándose el pelo con una mano- Jeff Feijoo es mi jefe… el dueño de Chick-soul…

-Bueno… pero… Tampoco tienes de qué preocuparte. Es decir, no sabe quién soy… -June sigue mirándolo preocupada- O… ¿tendría por qué saberlo, June…?

June empieza a caminar en círculo por la sala de estar. Comienza a hablar…

-Yo le di hace un mes, días más, días menos, la dirección de tu local… Ya sabes, ante la posibilidad de que…

-June… -la interrumpe él.

-¿Qué?

-Agradezco que me hagas publicidad gratis. Pero dejando eso de lado… ¿Por qué tendrías tanta confianza como para hablar de esas cosas con él?

June pestañea varias veces moviendo la cara mientras dice:

-Perdón... no sabía que recomendar un veterinario era sinónimo de flirteo.

-Yo no hablé de flirteo... ¡Vos lo estás haciendo!

-¡Dios, Liev… no digas mogolicadas! No vas a hacer que pise el palito. No hay ningún palito para pisar…

-¿Ah, no…? ¿Por qué estás entonces tan a la defensiva?

-Estoy a la defensiva porque te conozco y se que me tengo que defender de tus celos injustificados. No por nada hiciste terapia, ¿te acordás?

-¡Wow, se ve que me olvidé de ver mi calendario! –Ironiza él- ¡Feliz día de los golpes bajos para vos también…!

-No trates de hacer que me sienta mal.

-¡Pero si yo no estoy haciendo nada para que así sea!

June da media vuelta dándole la espalda a Liev y se dirige hacia la habitación. El se levanta detrás de ella y empieza a seguirla…

-June… ¿Qué te pasa?... Basta con esta locura… ¡¿por qué estamos peleando?!

En el momento exacto que él está a punto de entrar en el cuarto, June pega un portazo sin darse cuenta que la puerta golpea a Liev quebrando la nariz de este.

-¡La re-putísima madre que te re-contra mil parió, June!

-¡¿Y encima me insultas?! –grita ella histérica desde su lado de la puerta.

-¡Me rompiste la nariz…!

-¡Me alegro!

-¡Ja! Mirá que bien… ¡Pero yo no!

June no responde. Liev se va resignado hasta la cocina y saca una bolsa de hielo del congelador. La coloca sobre su cara, y cuando se da vuelta ve a June en el umbral de la puerta de la cocina.

-¿Viniste a esperar a que trate de pasar por ahí para romperme el resto de la cara?- pregunta él.

-Liev… Podría hacerlo más largo, pero prefiero hacerlo de manera corta… Me voy.

-Como quieras. De todas formas yo también me voy.

-¿Por qué? Es tu casa, no la mía –dice ella.

-Me voy a urgencias… -contesta él, para luego abandonar la cocina.

June se queda parada, inmóvil. Con los ojos abiertos. Escucha el ruido que hace su novio al salir de la casa. Cuando percibe el ruido de la puerta del coche al cerrarse, sale disparada hacia la entrada de la casa tratando de alcanzarlo antes de que se vaya. Ya afuera en el jardín delantero –cuando el automóvil se ha movido unos metros-  grita “¡Liev, espera!” con todas sus fuerzas. El coche se detiene pero ella no dice nada, las palabras se le atragantan, por lo que finalmente el coche –con el conductor incluido, obviamente- arranca y se aleja a toda velocidad.

-Sexta escena-
Zach está tirado en un sillón comiendo una manzana mientras mira una película. El sonido del interfono lo distrae de tal asunto. Se levanta y aprieta el botón del micrófono.

-Diga…

-Zach, soy yo, Susan, ábreme… está oscuro, hace frío y voy solo de falda y tanga.

-¿Y por qué no te vestiste más?

-¡Abre! –chilla ella desde el exterior.

Zach aprieta otro de los botones del interfono, y luego se dirige al corredor, a esperar que ella salga por uno de los tres ascensores. Cuando finalmente eso ocurre, él se levanta ágilmente y salta para besar a Susan antes de que esta tenga tiempo de salir del elevador.

-Hola, cariño… -susurra él. Tras lo cual ella lo abraza. Juntos se dirigen hasta la entrada del departamento... El comienza a palparse la camisa y los pantalones bajo la mirada atenta de la chica.

-¿Qué…? ¿Qué pasa?

-Me dejé las llaves adentro…

-No puede ser… -suspira ella.

-¿No trajiste tu copia?

-No… y ¡No, no pienso volver a casa siquiera para buscar las llaves!

-¿Y cómo vamos a entrar? –pregunta él.

-Llamá a un cerrajero.

-Ok, pero vamos a tener una larga espera...

-No me importa –dice ella a medida que se acomoda sentándose en el suelo.

Zach hace la llamada con el celular de ella, luego se sienta a su lado y pasa su brazo por encima del hombro de Susan.

-Séptima escena-
La médica de urgencias termina de examinar la cara de Liev.

-¡Lindo golpe, pero es solo el tabique! –exclama. –No te rompió la nariz completa por poco… Ahora dime, ¿cuándo piensas devolvernos a nuestra perra?

-Son legalidades que no me respectan a mí…-responde él.

-¡Vamos!, nosotros los médicos hacemos las denuncias. No ustedes… Ustedes no trabajan con personas…

-¿…y eso qué, ahora va a desvalorizar mi trabajo? -la interrumpe.

-No me dejó terminar la frase. Lo que iba a decir, es que ustedes no trabajan con “animales”. Los animales de verdad son las personas, sino dígaselo a su novia… ¡mire el Picasso que le pintó en la cara!

Liev se queda pensativo, debatiéndose entre contarle o no a Marnee de sus sospechas.

-Se lo voy a decir…

-Bueno, pero no diga que yo se le di el consejo. No quiero terminar como usted.

-No a ella… a usted… tengo algo que decirle.

- ¿Qué? –pregunta sorprendida.

-Su marido, Jeff… él es el jefe de mi novia.

-¿Y crees que andan en algo? Por eso pelearon, ¿no?

Liev la mira atónito sin saber qué decir o hacer. Ella continúa hablando:

-Realmente no van a cambiar mucho las cosas si me confirmás o no lo que acabo de “suponer”. Tu novia no sería la primera, pero tampoco sería la actual. Es imposible…

-Ella tampoco me lo confirmó a mi –balbucea él- siquiera me lo dio a entender. Yo tuve la culpa de toda la pelea, de toda la situación…

-Lo mismo decía yo cuando me enteré de la primera amante de mi marido. La diferencia es que en tu caso, el remordimiento tiene sentido. Ella no está con mi marido, nunca las busca dentro del trabajo. –Hace una pausa breve, y luego completa- Sinceramente no me importa. Todos tenemos un cadáver en nuestro placard…

-Yo no- replica Liev.

-Tal vez no un cadáver… pero si el asesinato.

-¿A qué te referís?

-La verdad… no tengo idea, como tampoco la tengo acerca de por qué llegamos a este tema de conversación –Marnee inspira y expira una gran bocanada de aire y luego agrega junto con un acceso de llanto- Solo devuélveme a mi perra… ¡quiero a Cindy de regreso!

La mujer se quita los guantes de látex mientras llora, y luego se sienta temblando en la camilla al lado de Liev, quien instintivamente la abraza…

-Por supuesto… claro que lo haré –Le dice mientras acaricia su cabello.

Lo que sigue es un recuento de la situación de los personajes. Una pequeña escena en la que luego de ver a Liev consolando a Marnee, también observamos a June duchándose, a Jeff recostado en el césped de su patio mirando las estrellas… y por último a Susan y Zach juntos en el pasillo acurrucados…

-Octava escena-
Esta escena se conecta con la anterior precisamente porque comienza con Susan y Zach tal como se los ha descrito. Es ella quien rompe el silencio:

-Esto es lo que me encanta de vos.

-¿Qué exactamente? –Pregunta él.

-Que no hables… Mejor dicho, que no la cagués hablando. Nunca lo haces. Por ejemplo ahora mismo: Se que me estoy comportando como una chiquilina al no querer volver a casa solo para buscar las llaves.

-En realidad no es una actitud de “chiquilina”. Yo hubiese actuado igual que vos… el problema es que no recuerdas algo que yo, pese a llevar un año viviendo solo, sigo recordando… -Susan lo mira extrañada- Me refiero a los horarios de trabajo de tu madre. Ella no está en casa, podrías haber vuelto por las llaves. Y yo fui un estúpido por no decírtelo antes.

-¿Y por qué no lo dijiste?

-Porque trato de decir solo lo justo y necesario como para no perderte.

Ambos se abrazan y se besan. Hasta que se escuchan unos pasos y la voz de un hombre que los interrumpe: el cerrajero.

-Novena escena-
Liev regresa a su casa. Cuando entra se encuentra a June recostada en el suelo, vestida únicamente con la bata de baño, alumbrada por la pantalla del televisor. La alza en brazos y la lleva hasta la cama. Cuando la deja allí, ella abre los ojos y aun medio dormida atina a tomarlo del brazo y pronunciar su nombre.

-¿Qué…? –pregunta él.

-Solo quería que sepas que…

-Shh- la interrumpe él.- No hace falta que digas nada. Podría perdonártelo, aun si no lo hubieses hecho. Por eso creo que no tiene sentido que hablemos más de ello…

-Igualmente, tengo que decirlo…

Liev, resignado, se sienta en la cama esperando un golpe que no llega…

-No existe otro hombre en mi vida. Ni siquiera otra persona. Sos todo lo que tengo, todo lo que quiero… y todo lo que necesito- dice June. El asiente y la abriga con la frazada. Las palabras que acaba de oír no son las esperadas pero son sinceras. Y, también con toda sinceridad, le responde:

-Te amo –Finalmente sonríe antes de apagar la luz y recostarse al lado de ella.

-Décima (y última) escena-
Ya es un nuevo día. Marnee llega a su casa tras una noche de trabajo agotadora con Cindy en sus brazos. Jeff no la está esperando. Sobre la mesa y debajo de una manzana encuentra una nota de papel.

“Me voy. Uno de los dos tenía que decirlo y hacerlo. Realmente no me apena. Cuídate”

Marnee no da mayor importancia al papel. Simplemente lo arruga y lo tira en un cesto. Cuando se sienta a la mesa, sonríe ampliamente y empieza a reírse. No se había sentido tan feliz en años como lo hacía ahora.

FIN

Detalles de la dirección:
-Las escenas se presentan en el orden que son narradas.
-El uso de la música es el siguiente:
“Crossroads”, de Eat, es utilizada durante la escena que Susan regresa borracha a su casa.
“Tall tall glass”, de Tilly & the Wall, se oye desde la escena en que Liev consuela a Marnee y sigue escuchándose durante toda la octava escena.
“Ashes and Wine” de A Fine Frenzy ocupa enteramente la novena escena (reconciliación de June y Liev)
“You sexy thing” de Hot Chocolate, empieza a escucharse cuando Marnee lee la nota de Jeff y sigue oyéndose hasta que acaban los créditos finales.

10 comentarios:

  1. Sencillamente espectacular!!! Hubiera sido una lastima quedarnos sin esta obra...

    Mariano tenes mis mas sinceras felicitaciones y mi deseo de suerte!!!

    La escena del insulto de Liev esta bien argentinizada... espectacular!!!!

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  2. La he leído dos veces! es de esas obras que te complaces en leerlas porque sabes que algun día has estado mas o menos en esas situaciones. La banda sonora no deja indiferente y todo forma un conjunto exquisito.
    Felicidades Mariano! tal como chauncey, hubiera sido una verdadera lastima que no entraras.

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  3. Muy buena Mariano ;-)
    Creo no equivocarme si digo, que hasta el momento, es la más teatral de todas las obras, y eso le da un gustito diferente. Me gustaron mucho los diálogos!!! Cuántos volcanes dentro de los personajes ;-) Lo trasmitiste super bien. Y me gustó muchisimo el tema final, queda perfecto.
    Felicitaciones por estas manzanas!!! (uyyyyyy, no solo hay que cuidarse de las paredes jijiji)

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  4. Me ha gustado mucho esta comedia dramática...Seguro que Liev, el personaje encarnado por Lee Pace se lleva el premio al mejor personaje masculino.
    Una muy buen adición para este festival.
    :)

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  5. Lo mejor los diálogos, sin duda alguna. Mi favorita la escena de Liev cuando descubre el condón en el perro, jajajjja!
    Me ha gustado mucho, pero quizás habría que haberla exprimido un poco más; pero de todos modos, nada más terminarla he sentido que he leido algo muy hecho y construido de principio a fin!

    Muy buena, Mariano, muy buena!!

    = )

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  6. Es cierto!, los diálogos son estupendos aunque a veces cuesta hacerse la imagen de un reparto yanqui hablando bien argentino! jejeje La historia en sí me parece excelentemente armanda, no costó para nada leerla y la división y armado de escenas es 100% cinematográfica. Me quedé con ganas de más como decían más arriba pero eso es porque el argumento y los personajes lo piden,es muy buena señal!... la extensión siempre se nos impone! XD

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  7. Una obra muy bien construida, con una estructura definida perfectamente; poética, reflexiva, atenta, con buenos diálogos, buenos personajes, entre otras cosas. Me ha gustado bastante... El estilo me ha recordado un poco a Juno y Up in the air (XD), je je je. Pero para qué Mariano, me ha encantado, aunque un poquin más extensa tambien me hubiera gustado...

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  8. Me paso lo mismo que a Pabela, es muy dificil ver actores norteamericanos hablando como hablamos nosotros

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  9. Sin Duda una de las mejores de este festival, magnificamente estructurada, muy original y muy entretenida. El aire de comedia independiente expira por todos lados.
    Excelente el Personaje de Lee Pace.

    Felicitaciones Mariano.

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  10. Me apunta lo de 'mogolicadas': no sé qué significa pero suena muy bien. Obra amena, fresca, divertida. El contrapunto al dramatismo que ha imperado en esta edición del DB. Felicidades, Mariano! Y lo del perro... esto queda para la historia del concurso, sí señor.

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