domingo, 9 de mayo de 2010

Directed by 4: EL CUADRO EN LA PARED (José Ramón Figueroa) - México

Nombre: El Cuadro en la Pared

Director: José Ramón Figueroa

Reparto:

- Adriana Barraza (Doña Munda)
- Damián Alcázar (Don Muhano)
- Rafael Inclán (Don Felipe)
- Pedro Armendáriz Jr. (Señor Fábregas)
- Jesús Ochoa (Elías)
- Adrian Alonso (Juan)
- Carlos Padilla (Luis)
- Alejandro Felipe (Ricardito)

Partitura (Music By Alexandre Desplat)

- Silence and Light - Click
- Stay out of my life - Click
- Some Things You Never Forget - Click
- Gnossienne No. 1 - Click
- The Meadow - Click


Género: Drama

Sinopsis: Una mujer maltratada y desfigurada a la que le gusta observar cierto cuadro en la pared de su casa, decide poner fin a su vida y sufrimiento.

Argumento:
El Cuadro en la Pared

***Créditos Iniciales con la canción Silence and Light***

Voz en off -San Aitala, pueblo medianamente moderno situado a la orilla del mar rodeado de montañas. Heme aquí, a punto de contar una historia trágica que no le pide nada a las similares griegas. Vean a esas personas apuradas corriendo a dejar a sus chamacos a la escuela, vean las callecitas empedradas y escuchen a los pájaros trinar. ¿Parece el lugar perfecto para vivir? Tal vez, pero con la tranquilidad que normalmente se respira en este pueblo, yo más bien diría que es el lugar perfecto para morir. Miren las hermosas casitas de teja roja, en cada una sin duda se tejen diversas historias, pero hay una que sucedió un 22 de abril que nadie olvidará-


1

Doña Munda tenía ya el desayuno servido en la cocina. Son huevos rancheros con frijoles, acompañados con jugo de naranja, la comida favorita de Don Muhano. Se le nota una cara de odio y frustración, sentimientos que hacen juego con su fealdad.
-Munda, ¿Qué esperas para traer mi desayuno?- Gritó un impaciente y enojado Don Muhano.
Doña Munda al oír ese grito recogió la basura de la mesita sobre la que se encuentra el desayuno, mismo que tomó para dirigirse hacia el comedor. Al acercarse más al lugar, notó que lo esperaba un ser hambriento y malhumorado.
-¿Por que te tardas? Siempre te tardas. Ponlo en la mesa y lárgate-
Doña Munda obedeció y le puso el desayuno. Don Muhano inmediatamente empezó a comer y la mujer sólo lo veía. Bastaron unos segundos para:
-Te dije que te largaras, lo que menos quiero es verte, no te das cuenta que eres un monstruo, no sirves para nada- Le gritó sin reparo el hombre.
Doña Munda sabía que debía obedecerlo, pero en ese momento no sentía que tenía que hacerlo. Quería gritarle, quería explotar, se le notaba en la cara la desesperación e ira acumulada.
-Muhano, esta es mi casa, me gustaría que dejaras de gritarme y me respetaras- Doña Munda dijo esas palabras de forma contenida y temerosa, ya que sentía que el primer golpe del día estaba por llegar. Don Muhano dejó de comer, soltó el tenedor y aventó el plato hacia la pared.
-¿Que dijiste? Tu a mi no me dices lo que tengo que hacer- Al momento que le decía estas palabras a su esposa se levantó de la silla directo a darle una bofetada a la pobre mujer. Munda calló directo al suelo.
-Pendeja, ya me tienes harto. Limpia todo esto, y ojalá cuando regrese te encuentre muerta- Don Muhano dio la media vuelta, como no desayunó bien se percato que el jugo estaba intacto sobre la mesa, así que lo tomó todo y cogió un manzana que estaba dentro de un cesto para después irse a trabajar.

La pobre mujer se encuentra tirada en el piso, a penas una lágrima de las pocas que le quedan recorre su feo rostro. En cuanto Doña Munda oyó el ruido de la puerta al cerrarse se levantó, miró la hora en un reloj colgado arriba del trinchador y se dirige hacia un silloncito rojo que adorna la sala. Son las 07:48 de la mañana y Doña Munda se sienta.

Voz en off -Infeliz mujer dirían algunos, y si, pobre infeliz mujer. Véanla sentada haciendo lo que siempre hace inmediatamente después de que su marido se marcha al trabajo, viendo el único cuadro en la pared frente al sillón. Por ratos lo mira con alegría, por momentos le invade la tristeza, pero en abundancia sólo piensa y piensa. Quién sabría que por esos momentos pasaba por su cabeza que su vida es muy difícil, y que lo único que la motivaba para terminar ese día era saber que su triste existencia estaba por terminar, que ella misma se encargaría de terminarlo-

2

Don Muhano entra por una puerta, el jefe de seguridad del Alcalde de San Aitala lo había mandado a llamar por un asunto de importancia.
-Ah, que bueno que llegas Muhano, siéntate- Muhano sólo asiente la cabeza y se sienta. El Señor Fábregas se para de su asiento y continúa diciéndole:
-Te mandé a llamar por el incidente que pasó hace unos días. El Licenciado Villegas recibió un golpe fuerte en la cabeza, gracias a que permitieron que ese borracho se le acercara y le aventara la botella. ¿Que pasó Muhano? Eras el responsable de su seguridad ese día-
-Verá señor Fábregas, se peinó la zona, no había ningún indicio de peligro, ese borracho no representaba nada, no se que pasó- Dice indignado Muhano.
-Yo se que pasó. Tú y tu gente son ineptos, ya te había advertido de mejorar a tu personal y tuvo que suceder esto para llamarte la atención. Muhano, sólo te voy a permitir este fallo, si algo como eso vuelve a suceder voy a tener que correrte. ¡Hombre no me hagas echarte por favor!- Dice un muy enojado Señor Fábregas.

Voz en off -Miren a Don Muhano, ahí si no grita, ahí si no pega, se encontró con un cabrón peor que él. Aunque, si lo corrían no le importaba. Don Muhano atendía las apariencias, trabaja sólo por que es el deber del hombre en el pueblo además de que de vez en cuando propinaba golpes gratis. Pensaba que si no ganaba lo suficiente sacaría una joya del gabinete de su esposa y la vendería. En cuanto se acabaran remataría la casa de Munda, que heredó hace mucho de sus padres.

-No se preocupe jefe, le prometo que eso no vuelve a ocurrir. ¿Me puedo retirar?. Al decir esto con aparente orgullo y enojo Muhano se para.
-Si, vete a lo  que tangas que hacer, y por favor, que tu y el equipo hagan las cosas bien- En cuanto dijo esto el Señor Fábregas, Muhano va hacia la puerta sale y la cierra.

Don Muhano se dirige hacía la habitación de descanso de la cuadrilla de seguridad. Una vez dentro tomó unos papeles del escritorio y los estrelló con el suelo. En el lugar se encontraba Elías, su mano derecha y compañero de seguridad.
-Cálmate hombre que te pasa, parece que te picó un alacrán- Dijo Elías, al mismo momento que levantaba los papeles.
-Pasa que ya estoy harto de este chingado trabajo, y de todos en este pinche lugar- Don Muhano no dejaba de mover las manos -Quisiera matar a todos los pendejos de este pueblo, incluyendo al bueno para nada del alcalde-
-No pues si que vienes mal amigo, y me imagino que es por que de seguro el Fábregas te llamó la atención- Dijo Elías.
-Si, el pendejete ese me regaño. No lo aguanto, voy a renunciarle al mierda ese, no le voy a dar el gusto de que me corra, antes le renuncio y le quiebro su madre- Dijo un muy decidido Muhano.
-Pues si mi hermano, yo también quisiera romperle la carota de imbécil al Fábregas, pero si no trabajas no comes, y si no comes no cagas, y si no cagas no vives mi hermano, no vives- Elías se empieza a reír después de decir eso.
-Eres un imbécil Elías- Después de hacer una pequeña pausa - Ya tomé una decisión, me voy a ir de este pueblo hoy mismo. Sacaré todas las joyas del monstruo que tengo en casa y las venderá en San Cayetano, luego me largaré a donde nadie me encuentre- Dice un muy decidido Don Muhano.
-Yo no se como te soporta tu mujer, pero, ¿En serio te vas a ir?- Pregunta un consternado Elías.
-Claro que si, en cuanto llegue a la casa lo primero que haré será tomar las joyas, luego vengo y le renuncio al Fábregas- Dijo Don Muhano en tono risueño.
-Aterriza mi hermano, ¿Que vas a hacer? Algún día se te acabara ese dinero ¿En que vas a trabajar, en donde vas a vivir?- Le dijo Elías
-Yo veré en dónde y de qué, además, aún es tiempo mi querido amigo, aún es tiempo- Le dice Don Muhano a Elías, al mismo tiempo que le da una pequeña bofetada en la mejilla para después retirarse a cumplir las últimas horas de trabajo.

3

Doña Munda seguía mirando el cuadro en la pared. Miró la hora del reloj, son las 09:13 de la mañana. De repente deja de observar el cuadro, se para y se dirige hacia las escaleras, sube hasta su cuarto, llega hasta un cajón que abre y saca una manta que envolvía algo.

Voz en off -Esta vez duró poco comparado con las horas que normalmente se queda sentada observando el cuadro en la pared. Algo la inquieta y la tiene preocupada, lleva planeando tanto este día, el día que le pondrá fin a su triste existencia. ¿Que esconde ese pañuelo?-

Doña Munda está parada tocando la puerta de Don Felipe. La gente que pasa por ahí la ve y le grita -Vieja Fea- otros la pasan empujándola y otros más le vuelven a gritar -Maldita bruja-.
Por fin abre Don Felipe y le dice -Pase Munda, espéreme aquí un momento-. Doña Munda se recargó en una especia de aparador. Don Felipe es vendedor de cosas usadas entre otras cosas y es el único en el pueblo que no la trata mal. Doña Munda al parecer le había encargado algo días atrás.
Al cabo de un rato Don Felipe se aparece y le dice a Doña Munda:
-Aquí está el arma Mundita. No le preguntaré para que la quiere. Como no me dijo qué calibre y modelo yo le conseguí esta.
-Está bien Don Felipe, no me importa de que tipo sea, lo único que necesito es que dispare y mate- Doña Munda dijo esto en tono muy serio.
-Munda, lo que quiera que vaya a ser con esta arma piénselo muy bien. La vida es muy bonita y no vale la pena acabar con ella- Le aconsejó Don Felipe.
-Si usted supiera, a veces hay que acabar con tanto dolor. Se da uno cuenta de que hay cosas que no nacieron para estas aquí parados en este mundo tan maravilloso. Deme las balas- Nostálgica y presurosa Munda suelta esas palabras.
-Ah, ¿Que cree? Sólo pude conseguir una bala, ya sé que me dijo que necesitaba dos pero...-
-No importa, deme esa única bala-
-Le envolveré todo en esta manta. ¿Sabe cargar el arma Doña Munda?-
-No, enséñeme cómo Don Felipe-

***Empieza Gnossienne No. 1  ***

Doña Munda desenvuelve la manta que había sacado de su cajón. Toma el arma y la carga con la única bala que tiene. Después de cargarla la vuelve a poner dentro del cajón pero ya sin envolverla. Se levantó presurosamente y empezó a atender las labores de su casa. Inició por el piso de arriba, al cual le prestó mayor interés a su habitación, y terminó con la planta baja. Una vez dejada impecable su casa, se dirigió a la cocina para cocinar unos panquecitos. Una vez que los metió al horno se sentó en una silla y empezó a recordar.

-Gracias mami, eres la mejor mamá- Le decía Ricardito a su mamá mientras le ponía sus calcetines de arbolitos que tanto le gustaban.
-Ya está, quedo listo, tus pies se ven hermosos mi amor- Le dijo Munda con mucho cariño.
-Mami, todo el mundo se ríe de ti, pero para mi tu eres la mamá más hermosa del mundo. Te quiero.- Ricardito dijo eso al momento que abraza a su madre
-No hagas caso de las burlas hijo, que bueno que me quieras así como yo te quiero mucho a ti- Con un beso en la mejilla Doña Munda termina esas palabras.

***Termina Gnossienne No. 1  ***
***Empieza Some Things You Never Forget***

Munda seguía sentada, de pronto las mejillas se le llenaron de lágrimas que una a una salían de sus ojos. Los panquecitos aún no estaban y ella siguió recordando.

-A donde te llevas a mi hijo Muhano ¿Por que te lo llevas?- Le dice una Munda afligida al tirano de su esposo al tiempo que lo seguía.
-Ya te dije que me van a dar una buena lana por este escuincle baboso, apártate de aquí- Le dijo Muhano a la mujer mientras ésta intenta zafar a su hijo de las manos de Muhano -Que te quites te digo- De un golpe tumbó a Munda al suelo. Munda empezó a llorar.
-¡No! No te lleves a mi hijo- Doña Munda se paró y fue corriendo hacia la puerta, pero Muhano la dejó cerrada con llave. Doña Munda la intentó abrir pero todo fue en vano, solamente le quedaba mirar por la ventana.
-¡Hijo no! No, hijo, no te lo lleves Muhano, no te lo lleves.
El niño, Ricardito, sólo gritaba -¡Mamaaaaaaaaaa!¡Mamaaaaaaaaa!

***Termina Some Things You Never Forget***

Voz en off -Que desagradable, pero así fue. Vean a la madre llorando por su hijo, le arrebataron lo único bueno que tenía. Ese malvado ser llamado Muhano ha explotado y maltratado tanto a esa mujer que merece un castigo. Para colmo, la gente no fue testigo de ese terrible suceso, lo que le dio ventaja a Muhano de divulgar que Doña Munda había vendido a su hijo. Ese chisme intencionado hizo que el pueblo odiara a Doña Munda, más a parte la discriminación que le hacían por ser fea.

La alarma del horno sonó, los panquecitos estaban ya listos. Cuando Doña Munda retiró la charola con los panqués, un ruido captó su atención. Se dirigió con todo y charola hacia la entrada de su casa, la cual estaba rodeada por una medianamente alta cerca de madera. En cuanto vio lo que fue ese ruido se acercó más a la puerta de metal que decoraba la entrada. Observó que unos niños estaban afuera al otro lado de la calle, y de igual forma notó que un balón de futbol se encontraba encima de su rosal favorito. Puso la charola de panquecitos sobre un arbusto y se dirigió a recoger el balón. Una vez que tuvo el balón en la mano preguntó -¿De quién es esta pelota?-

Los niños la miraban con cierto temor, temor producido no por su actitud, si no por su feo rostro. Después de unos segundos de mirarse entre si, Juan, el más pequeño de todos se acercó a la fea mujer.
-Es, es mía señora- Dijo con miedo el niño.
-Acércate más para que te lo dé entonces, no me tengas miedo, no te voy a comer.
Una vez que el chico se acercó Doña Munda le entregó su balón. -Toma, ten tu pelota, ¿Como te llamas?-
-Juan, pero mis amigos me dicen el canicas. Me dicen así por que me gusta jugar canicas- Le contesta el chiquillo.
-Si claro me imagino- Dice una risueña Doña Munda -¿Quieres un panquecito?
-Uhmm, bueno- Con recelo el muchachito recibe el pan
-Toma los que quieras,  y si quieres llévale a tus hermanos y tus papás-
-Gracias- Así, el niño siguió comiendo y recolectando más panqués.

Los niños miraban eso con desconcierto. Doña Munda alcanzó a ver que entre la multitud infantil se encontraba un niño que ya había conocido antes, e intentó recordar cómo y en dónde.

Doña Munda venía en la calle sobre el lado de la cera donde esta la puerta de su casa. Al poner la llave en el cerrojo, se percata de que un niño está sentado en el suelo, el infante intenta sobarse la rodilla. Doña Munda se acerca a él y le dice: -¿Que te pasa muchachito?-
-Nada- Le contesta el niño de forma grosera.
-¿Cómo que nada? Si estoy viendo que tu rodilla ¡Dios! Estás sangrando. Déjame ir adentro por una pomada-
Doña Munda entra presurosa a la casa atravesando el patio delantero. El niño la espera sentado afuera. Al cabo de unos segundos Doña Munda llega y le dice:
-Te voy a poner ésta pomada- El niño se la queda mirando con temor y alejando su rodilla.
-No te preocupes, no arde, y eso te va a sanar más rápido tu herida. Ándale no tengas miedo-
La mujer untó la pomada en la rodilla del niño.
-Listo, ya quedó, ¿Viste que no arde?- Le dice Doña Munda de forma amable.
-Si, gracias, ya estoy mejor- Al terminar de decir estas palabras el niño pegó a correr. Doña Munda lo quedó mirando con cara de asombro y se empezó a reír.

Doña Munda dejó de ver al niño que se le hacía conocido de entre el grupo y le preguntó a Juan:
-Oye Juan, ¿Como se llama el niño de pelo largo que está allá?- Preguntó señalando Doña Munda.
-Es el Pelotes Luis- Contestó educadamente el niño, mientras tomaba otro panquecito.
-¡Oye Luis!- Gritó la mujer -¿Cómo estás de tu rodilla?
En el momento en que todos oyeron la exclamación de Doña Munda, se empezaron a burlar de Luis.
-Luis la fea te conoce. ¿Eres amigo de la fea? Le voy a decir a todos y a tu mama- Dijo un niño para después empezarse a reír, al igual que todos.
-Claro que no, mi mamá me ha dicho que no hable con ella, es más, ¡Agarren una piedra todos! ¡Arrójenselas a la fea!- Luis y todos empezaron a lanzarle piedras a Doña Munda. Juan se fue corriendo y tiró la charola de panqués. A Doña Munda no le quedó más remedio que ocultarse dentro de su casa. Afortunadamente no salió lastimada, sólo recibió unos pequeños golpes en la espalda, del cual sólo se quejó por un momento.

4

Doña Munda miró una vez más el reloj, esta vez marcaba las 06:27 de la tarde. Decidió arreglarse como nunca. Se bañó, miró en su cajón de ropa y sacó su mejor vestido.

Una vez lista y maquillada, se vio al espejo con una mirada de desconcierto y se susurró a si misma -No eres fea Munda, eres hermosa, nadie más te lastimará, nadie más te humillará, ha llegado el momento-  (Mientras se decía a si misma estas palabras, una última lágrima le escurrió de sus ojos, al mismo tiempo que recordaba viéndose en una cama de hospital, intentando oír lo que los doctores decían a lo lejos -Pobre mujer, no sabe quién fue pero recibió la golpiza de su vida, casi muere-.

Doña Munda se dirige hacía un cajón, el que está abajo de donde sacó su mejor vestido. En otro cercano a ese observa sus joyas pero decide no ponerse ninguna. De otro cajón extrajo la pistola que antes había cargado. Salió de su cuarto con el arma, bajó las escaleras y se fue a sentar al silloncito rojo. Escondió el arma entre las orillas del sillón, y se puso a mirar el cuadro en la pared que siempre admiraba. Después de unos instantes, miró de nueva cuenta la hora del reloj, esta vez marcaba las 07:35 de la noche, la hora en la que aproximadamente Don Muhano regresaba del trabajo.

Mientras Doña Munda observaba el cuadro en la pared, la puerta se empezó a abrir. Era Don Muhano que ya había llegado, y al entrar a la casa, se acercó a su esposa. Después de observarla un rato, empezó a reírse. Doña Munda no le quitaba la vista al cuadro.

-¿Crees que arreglándote así te vas a ver mejor? Que pendeja eres mujer- Don Muhano siguió riéndose. -Lo bueno es que no me voy a quedar mucho tiempo para ver esto. Déjame decirte vieja ridícula, que me largo de esta casa, pero antes, subiré por tus joyas, y considéralo un pago por haberte soportado tanto tiempo. Y por favor, ¡Ya deja de ver ese estúpido cuadro!-

En cuanto dijo esto Don Muhano se dio la media vuelta, pero antes de que apresurara el paso Doña Munda miró una vez más el reloj, esta vez eran las 07:45 de la noche, y habló:

-¿Te acuerdas del día que me golpeaste tanto que hasta al hospital fui a dar?-

Don Muhano se dio la media vuelta y sin decir ninguna palabra miró con desprecio y odio a Doña Munda. Se acercó a ella para darle el último de los golpes que recibiría la mujer de parte de su abusivo esposo. Doña Munda sentada en el sillón era apretada con fuerza por los brazos de Muhano, mientras éste le decía:

-Lástima que no te maté ese día, aunque aún no es tarde para hacerlo. ¿Pero sabes qué? Ya no me importa, si me largo de aquí es para no verte nunca más- Don Muhano la soltó después de decirle esto y caminó unos pasos.

-Muhano, déjame ser yo quien te dé el gusto de no verme nunca más- Doña Munda dijo eso al momento de pararse del sillón y sacar el arma para apuntarle directo a Don Muhano que dio la media vuelta al oír esto.

-¿Me vas a matar con esa pistola Munda?, o, ¿Te vas a matar tú?- Dijo riéndose el hombre, mientras se acercaba paso a paso a la mujer, misma que retrocedía también paso por paso.

-Pensaba matarte de un tiro pero sólo encontré una bala. Te apunto por precaución- Munda soltó esas palabras con mucha seguridad.

Doña Munda había servido el desayuno, pero al jugo de naranja le puso gotas de veneno. Tiró el frasco a la basura junto con todo lo demás que recogió de la mesita donde se encontraba el desayuno. -Este es el mejor veneno que tengo Mundita- Le dice Don Felipe a Doña Munda. -No recuerdo el nombre, pero le aseguro que 12 horas exactas después de ser ingerido surte efecto- termina diciendo el hombre.

-¿De que hablas?- Don Muhano quedó viendo a Doña Munda con desconcierto, y cuando intentó acercarse más a ella, empezó a sentir fuertes dolores en el estomago. Entre dolor y espuma que empezó a soltar por la boca susurró sus últimas palabras.

-¿Qué me diste? Maldita ¿Qué me diste?

Pocos segundos bastaron para que el cuerpo del hombre se empezara a convulsionar. La mujer lo miraba con odio y alivio, su cara se llenó con un gesto de rencor, y de igual forma se sentía satisfecha de que el golpe sorpresa hubiera salido bien.

-Te voy a matar- Dijo Muhano en vano, ya que no podía siquiera alcanzar a la mujer.
-No es necesario que me mates, al rato te veré en el infierno- Esas palabras fueron las últimas que escuchó Don Muhano.

***Empieza Stay Out of my Life***

En cuanto Muhano murió, Doña Munda acercó una silla para bajar el cuadro de la pared. Una vez que lo tuvo entre sus manos subió con el cuadro y el arma hasta su cuarto. Dentro de su habitación se sentó en el balcón de la ventana la cual abrió. Mientras estaba sentada, puso el cuadro sobre una silla enfrente de ella, miró el cuadro por última vez y después de unos instantes se dijo a si misma:

-Pensé este día como el último en mi triste existencia, Munda ¿Es necesario terminar con lo que planeaste?. Después de pensar un rato se puso el arma apuntándose a la cabeza, y se contesto a si misma:

-Si-

***Termina Stay Out of my Life***

5

(Toma externa de la casa a lo lejos se oyó el disparo). Al cabo de un rato encontraron el cuerpo sin vida de Don Muhano y en el cuarto de Doña Munda encontraron un arma. Bastante gente aprovecho a registrar la habitación de Doña Munda, entre esos Elías, que parecía querer encontrar las joyas de las que alguna vez le platicó Don Muhano, sólo que al parecer no había nada. Entre el pequeño grupo de gente que estaba chismoseando dentro del cuarto de Doña Munda también estaba Don Felipe, el cual se acercó a ver el cuadro que estaba sobre la silla. En el pudo ver a una mujer hermosa que le recordaba a Doña Munda por el gran parecido. Sobre la frente del dibujo de esa mujer, se encontraba un agujero, y dentro, una bala incrustada. Nadie vio a Doña Munda.

Voz en off -Después de lo ocurrido nadie quiso saber más, ni la policía ni el pueblo. Las personas sólo se formulaban una teoría en base a un frasco de veneno que encontraron en el bote de basura, el cuerpo sin vida de Don Muhano y el cuadro de la mujer hermosa perforado por la bala. Sé lo que están pesando, y así es, Doña Munda era una mujer hermosa, pero la maldad de un hombre hizo que quedara desfigurada después de la gran golpiza que le propinó. Nadie volvió a saber nada de Doña Munda, lo que si es seguro es que ese día puso fin a su triste existencia y decidió darse una oportunidad para salir adelante. Tal vez alguien en otro lugar si agradezca las maravillas y bondades que ofrece esa mujer.

***Empieza The Meadow una vez que termina la voz en off y empiezan los créditos finales. ***

FIN

Notas

-En la obra se especifica el momento de cada canción.
-Cuando empieza la primera voz en off, la imagen está detenida arriba para mostrar una toma panorámica del pueblo, mientras la voz en off habla la escena se va acercando hasta detenerse con la imagen de Doña Munda con el desayuno servido sobre una mesa en la cocina).
-Cuando termina la obra, mientras está la voz en off la escena se va alejando de la casa hacia el cielo, hasta verse una imagen panorámica del pueblo y sus alrededores. Empieza a sonar The Meadow y a pasar los créditos finales con esa imagen.
-La fotografía es de luz natural, a excepción de colores obscuros dentro de la casa donde sucede la historia. Nunca se ve el mar, más que hasta el final en la vista panorámica.

9 comentarios:

  1. ADRIANA BARRAZA... está espectacular en la obra, mi favorita hasta el momento para MEJOR ACTRIZ... o al menos la nominación!

    DAMIÁN ALCÁZAR... magnífico, te juro que me lo imaginaba perfectamente.

    DOS DE LOS MÁS GRANDES ACTORES MEXICANOS!

    Y la historia sencilla pero bien contada...

    Me ha gustado bastante!

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  2. Dos serios favoritos a mejor actor y actriz. Una ópera prima corta e intenta, con aires de telenovela. Es una historia exagerada, pero el final está bien resuelto. Me gusta. Este cuadro huele a premio! Mucha suerte!

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  3. Un obra tensa, un poco meláncolica pero con un bonito final. Barraza está perfecta en su papel. Felicidades.

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  4. Una dramática historia con un final más que intrigante. Una de las mejores del festival!
    Una gran obra con un buen nivel. Mención especial a sus protagonistas y a la banda sonora!!

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  5. Una Obra distinta pero que brilla por luces propias.
    Excelentes Actuaciones y Excelente Banda Sonora.

    Felicidades.

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  6. Como todos han dicho: Premio para Barraza, paisano.
    Es como si viera una telenovela, bien hecha, escrita y actuada (no como las q salen en la tv) hahaha....

    Mucha suerte...

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  7. Me gustó mucho: la historia, el final, lo que queda sin decir, los protagonistas, la música. Me parece una obra que cierra, como me gusta decir a mi: redonda ;-) Muy buena José!!!

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  8. Buenisimas actuaciones, apoyo que se nominen a los dos protagonistas.
    Una de las obras más pensadas del festival, inteligente, redonda, bien hecha. En resumen Muy Buena. Saludos!

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  9. Dramática! muy dramática. Excelentemente ganada la nominación a mejor actor!, si hasta se lo odia con ganas. La música, excelente y si bien también concuerdo que suena un poco exagerada o telenovelesca por momentos eso no le quita la muy buena argumentación y final. Felicitaciones!

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